El próximo viernes, el Papa Francisco recibirá en una audiencia privada al secretario de Culto y Civilización, Nahuel Sotelo. Este encuentro marca un movimiento clave en la relación del Vaticano con el gobierno de Javier Milei, luego de las críticas del Sumo Pontífice sobre la represión de manifestaciones en Argentina. Las declaraciones del Papa, condenando el uso de gas pimienta, habían generado tensiones, pero no llegaron a escalar gracias a la directiva de Milei de evitar confrontaciones públicas.

Según fuentes de Infobae, Sotelo llegó a Roma el martes para desarrollar una intensa agenda tanto en el ámbito vaticano como en la política italiana, donde Giorgia Meloni, figura afín a Milei, ejerce como primera ministra. La audiencia con el Papa, de aproximadamente 30 minutos, fue confirmada a fines del mes pasado, justo después de los comentarios del Papa que causaron revuelo en el escenario político argentino.

El 20 de septiembre, el Papa Francisco pronunció duras críticas en un congreso de movimientos populares, condenando la represión en Argentina: “El silencio frente a la injusticia abre paso a la división social [...] me hicieron ver una represión con gas pimienta de primera calidad. El gobierno prefirió pagar gas en lugar de justicia social.” Estas palabras cayeron mal en el oficialismo, pero no generaron un conflicto mayor con la administración de Milei.

Tras estas tensiones, Sotelo solicitó una audiencia con el Papa, en su rol de secretario de Culto, responsable de gestionar el vínculo con la Iglesia Católica. Sotelo, además de tener buenas relaciones con figuras clave como Karina Milei y Santiago Caputo, ha mostrado su disposición a dialogar con los obispos y a colaborar con la Iglesia en eventos importantes como la Peregrinación a Luján.

Aunque no se han revelado los temas específicos que se discutirán en la reunión, es probable que Sotelo reitere la invitación para que el Papa Francisco visite Argentina, un viaje esperado desde que asumió como Sumo Pontífice. Esta será la segunda ocasión en que ambos se encuentren, luego de un breve saludo en febrero pasado.

La agenda diplomática argentina en el Vaticano no termina con Sotelo. El lunes 14 de octubre, la vicepresidenta Victoria Villarruel también mantendrá una audiencia privada con el Papa, en lo que se anticipa será una continuación de los esfuerzos del gobierno de Milei por fortalecer los lazos con la Santa Sede.

Este acercamiento, sin embargo, no está exento de tensiones. Mientras el gobierno de Milei se distancia de las políticas progresistas promovidas por la ONU, el Vaticano sigue defendiendo posturas conservadoras en temas de familia, pero con un fuerte compromiso hacia la justicia social y la economía popular, principios que chocan con la visión libertaria del gobierno argentino.