Algo se rompió, y ya nadie lo esconde. La relación entre Javier Milei y Victoria Villarruel está cada vez más tensa, y este fin de semana sumó un nuevo capítulo. Todo explotó en redes sociales, donde el presidente decidió compartir una catarata de críticas contra su vicepresidenta. ¿Qué pasó? ¿Por qué lo hizo ahora? ¿Quiénes se sumaron al ataque? Vamos por partes.
Desde su cuenta en X (antes Twitter), Javier Milei reposteó mensajes muy duros contra Victoria Villarruel, incluso de personas muy cercanas a él. Uno de los más filosos fue Santiago Oría, actual funcionario de Presidencia y director de contenido audiovisual. “Además de traidora, una DEMAGOGA y BRUTA en términos económicos”, disparó. No es un cualquiera: fue parte clave en la campaña electoral que los llevó al poder.
Pero no fue el único. También se sumó Alejandro Fargosi, abogado vinculado al oficialismo, quien la acusó de practicar “populismo del Senado” por sus declaraciones sobre los fondos asignados a la SIDE. Para él, Villarruel rompió con la línea económica del gobierno.
¿Y Milei? No se quedó callado. No escribió, pero sí compartió. Reposteó esas frases y también notas de portales como La Derecha Diario y PanAm Post, donde directamente la tildan de “traidora” y aseguran que está jugando para el kirchnerismo. Según esas publicaciones, al no frenar la última sesión del Senado —donde se votó un aumento para jubilaciones y se declaró la emergencia para personas con discapacidad—, Villarruel se despegó del plan de ajuste y rompió el equilibrio fiscal.
Del otro lado, la vice no se achicó. En su cuenta de Instagram, respondió varios comentarios de usuarios que la cuestionaban. Dijo que ayudar a los más vulnerables “no debería ser tan terrible” si hay equilibrio fiscal, y le devolvió el pase al presidente: “Que ahorre en viajes y en la SIDE y listo”.
También lo acusó de no hablarle más y de no poder siquiera saludarla. “¿Un presidente que no puede ni saludar a la persona con la que llegó al poder?”, le respondió a un seguidor que le pedía mayor cercanía con Milei.
Incluso ironizó con que él podría haber elegido a su hermana Karina Milei o a la diputada Lilia Lemoine como vice, en lugar de ella: “No sé por qué no puso a la hermana o a la Limones, que a ustedes les gusta tanto”.
Este nuevo cruce pone en evidencia algo más profundo: la interna ya no se esconde. En el primer nivel de gobierno, las diferencias no son solo de estilo, también de fondo. La política social, el ajuste, la comunicación y la estrategia parecen dividir a un binomio que, hasta hace poco, vendía unidad.
Y si esto sigue escalando, la pregunta que todos se hacen es: ¿cómo sigue gobernando un presidente que pelea con su vice en público?
La respuesta todavía no llegó. Pero el fuego sigue encendido.
