Misiones al borde del estallido social: docentes, policías y médicos sangran tierra colorada
Desde esta mañana, docentes autoconvocados y miembros de diversas organizaciones sociales han bloqueado el tránsito en las cercanías del puente sobre el arroyo Guarupá, el cual conecta Candelaria con la localidad homónima por la ruta nacional 12.
Esta acción es una extensión de la protesta iniciada por policías provinciales en el centro de Posadas.
Estela Genesini, dirigente gremial docente, declaró que la manifestación exige mejoras salariales y condiciones laborales dignas. Este reclamo es recurrente en las protestas que están proliferando, mientras el gobierno nacional, que ha enviado a la Gendarmería para asistir a la administración de Hugo Passalacqua, aún no ha intervenido directamente, limitándose a desviar el tránsito.
Cientos de gazebos y sombrillas se han instalado sobre ambas manos de la cabecera en Candelaria, bloqueando el paso de vehículos y camiones, muchos de ellos en tránsito internacional hacia y desde Brasil.
En una asamblea, se comunicó que la discusión salarial con el gobierno local no se reabrirá, ya que ayer se alcanzó un acuerdo entre algunos sindicatos y la administración de Passalacqua que fijó el salario básico en $400,000.
Los docentes fueron de los primeros en sumarse a los reclamos callejeros iniciados por los policías de Misiones, dos de los sectores más afectados por aumentos salariales insuficientes frente a la inflación en las negociaciones paritarias.
Mientras tanto, en el centro de Posadas, epicentro del conflicto, continúan las novedades. Ramón Amarilla, vocero de los policías, anunció que el gobierno convocó a una nueva instancia de diálogo, pero aclaró que su postura será inflexible: un aumento del 100% que eleve el salario básico del agente a $830,000.
Otro referente, Germán Palavecino, informó que el gobierno prometió una nueva convocatoria, aunque sin precisar hora ni lugar. El lunes, las negociaciones terminaron abruptamente. “Nos ofrecieron un 20%. Una falta de respeto. Nosotros queremos el 100% sí o sí”, exclamó Amarilla desde las escalinatas del Comando Radioeléctrico, epicentro del conflicto.
“Vamos a regresar con la esperanza de obtener el resultado que buscamos”, añadió, subrayando que su objetivo es una recomposición salarial y no desestabilizar al gobierno. Sin embargo, también expresó: “Debemos mantenernos unidos y luchar hasta las últimas consecuencias”.
“El gobierno no ha comprendido la gravedad del problema. Todos los sectores estamos en la misma situación. Quieren arreglar primero con la policía para luego usarnos contra los docentes o el personal de salud. No debemos permitir que nos manipulen y enfrentar pobres contra pobres”, añadió Amarilla, un policía retirado. Concluyó: “Aquí daremos el primer paso para que los policías reciban un salario justo”.
El evento culminó con la llegada de la banda de la Policía, que interpretó canciones patrias en el campamento. Posteriormente, tocaron el Himno Nacional, mientras los policías y demás manifestantes se preparaban para el almuerzo en los distintos fogones.