Yamandú Orsi, del Frente Amplio, se convirtió en el presidente electo de Uruguay al obtener el 49% de los votos, derrotando a Álvaro Delgado, representante del oficialismo. Este triunfo marca el regreso de la coalición de izquierda al poder tras una ausencia de tres años.
El próximo mandatario destacó la necesidad de construir una relación sólida con Argentina y su presidente, Javier Milei, a pesar de las diferencias ideológicas entre ambos líderes. El comercio y la hidrovía Paraná-Paraguay son prioridades para fomentar el desarrollo mutuo.
Orsi recordó que las tensiones históricas entre Uruguay y Argentina, incluso bajo gobiernos afines como el de Tabaré Vázquez y Néstor Kirchner, muestran la importancia del sentido común en la cooperación bilateral. Evitar conflictos similares será clave para avanzar.
El presidente electo planea reunirse con Milei en una próxima cumbre del Mercosur en Montevideo y espera recibirlo en marzo, durante los actos de asunción. Esta agenda internacional refleja su compromiso con el fortalecimiento de los lazos regionales.
Los resultados electorales evidencian un Uruguay polarizado, con un 47% de apoyo a los partidos oficialistas. Este escenario obliga a Orsi a trabajar por la unidad nacional, conciliando visiones opuestas dentro de su país.
Desde Argentina, el presidente Milei y la Cancillería expresaron sus felicitaciones al pueblo uruguayo. Ambos gobiernos manifestaron intenciones de colaborar en una agenda común, subrayando la importancia de fortalecer el vínculo bilateral en un momento crucial para la región.
Con desafíos locales e internacionales, Orsi asume un rol decisivo para encaminar a Uruguay hacia el desarrollo y la estabilidad en su retorno al poder del Frente Amplio.