Algo empezó a romperse adentro de La Libertad Avanza en la Provincia. Y aunque afuera se vea como un simple cambio de nombres, adentro dicen que el movimiento puede definir quién manda de verdad. En esta nota te contamos por qué la interna libertaria bonaerense llegó a su punto más áspero y qué significa para el futuro político del espacio. Pero antes, una pregunta que nadie responde del todo: ¿qué se está disputando realmente?
La tensión estalló cuando Sebastián Pareja avanzó para correr a Agustín Romo de la presidencia del bloque en Diputados y decidió poner en su lugar a Juanes Osaba, uno de sus dirigentes más fieles. Ese movimiento, que parece solo organizativo, fue leído como un golpe directo al sector conocido como las Fuerzas del Cielo, el espacio que orbitaba alrededor de Santiago Caputo y que había ganado peso en el arranque legislativo.
Agustín Romo, histórico del ala caputista y referente de San Miguel, ya asume que su salida es un hecho. Pero intenta amortiguar el golpe buscando quedarse con la vicepresidencia segunda que corresponde a la primera minoría. Para eso apuesta a sus vínculos con sectores peronistas de la Cámara, especialmente con perfiles cercanos a La Cámpora. Es su forma de sostener volumen político en medio de la avanzada de Pareja.
Los últimos días mostraron un Romo menos combativo y más negociador. Incluso aceptó sacarse una foto con un dirigente peronista, algo impensado meses atrás. Sus propios compañeros de bloque ven este giro como una señal del desgaste interno.
Mientras tanto, la jugada de Pareja termina de consolidarlo como el operador central del mileísmo en la Legislatura. En el Senado mantiene a Carlos Curestis como jefe de bloque y ahora, en Diputados, coloca a Juanes Osaba. Con esas dos piezas domina completamente el trabajo parlamentario y ordena el territorio según su esquema.
Juanes Osaba, publicista de 48 años y diputado por La Plata, tiene perfil bajo pero línea directa con Pareja y con Karina Milei. En el armado provincial lo consideran clave por su capacidad de trabajo y su disciplina. Su llegada a la jefatura del bloque no sorprende: es un dirigente sin conflicto interno, obediente y con buena lectura territorial. Un outsider que ahora deberá moverse en un escenario político mucho más áspero.
En la Cámara Alta, el encargado de sostener el esquema parejista es Carlos Curestis, dirigente de Esteban Echeverría que pasó del sector privado a la política y terminó integrándose al equipo de Pareja. Hoy es su hombre de máxima confianza y el encargado de custodiar la estrategia mileísta en el Senado.
