Si pensabas que el conflicto político era solo entre ministros y funcionarios, hay una batalla que se juega detrás de escena, más cerca del teclado que del despacho presidencial. La estrategia de desgaste que lanzó Karina Milei contra Santiago Caputo acaba de dar un giro clave: ahora quiere quedarse con el control del grupo de trolls, la fuerza de choque digital que el equipo de Caputo manejaba desde antes de que Javier Milei asumiera la presidencia.

Este enfrentamiento no es cualquier cosa. El objetivo es mudar el equipo digital que maneja los hilos en redes sociales, sacándolos de la cercanía directa de la Casa Rosada para llevarlos al Palacio Libertad, el nombre que los libertarios le dieron al ex Centro Cultural Kirchner. Pero, ¿por qué este cambio podría ser tan importante para el gobierno?

El equipo digital de Santiago Caputo logró algo que pocos en el gobierno: tener acceso directo a la Casa de Gobierno, en un nivel que ni siquiera tienen algunos ministros. Desde ese lugar estratégico, los cabecillas digitales pensaban incluso en dar el salto a candidaturas electorales. Pero Karina Milei quiere cortar ese acceso para darle "seriedad" al gobierno y, sobre todo, recortar el poder que Caputo consiguió en el terreno digital.

La propuesta es clara: llevar a estos trolls al quinto piso del Palacio Libertad y ponerlos bajo la órbita directa de Karina. En ese sector ya están haciendo averiguaciones para cambiar las oficinas del grupo de choque digital. El mensaje es contundente: si no se alinean con el nuevo esquema de poder, dominado por la hermana de Javier Milei y los aliados Menem, hasta los trolls pueden quedarse sin lugar dentro del gobierno.

Uno de los detalles que más inquieta a Karina Milei es la actividad que detectan en la sede de los trolls de Caputo, ubicada en la calle Reconquista 40, a pocos metros de la Casa Rosada, donde los Move operan a diario. Esa cercanía ya no será tan sencilla.

En el gobierno cuentan que, tras las elecciones, Karina no se va a detener y buscará quedarse con todas las áreas que hoy maneja Caputo. En algunos casos, desplazará a sus actuales responsables; en otros, les pedirá lealtad a su nuevo liderazgo.

Esta movida ya empezó a notarse: hace poco, como anticipó LPO, Eduardo González, hombre de confianza de Caputo, fue sacado del control de los medios públicos por decisión directa de Karina Milei.

Lo que parecía un conflicto menor se convirtió en una reestructuración profunda del poder digital dentro del gobierno de Javier Milei. Ahora queda la gran pregunta: ¿cómo reaccionará Santiago Caputo y qué impacto tendrá esta batalla interna en la gestión del país? Seguí atento, porque esta historia todavía no terminó.