Algo se rompió en la cúpula del poder. Y no, no es solo una pelea más. Esta vez, el intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, salió fuerte a respaldar al presidente Javier Milei y apuntó directo contra la vicepresidenta Victoria Villarruel, en medio de lo que ya se habla como una crisis política sin precedentes dentro del Gobierno.
¿Qué pasó exactamente? ¿Por qué un intendente se mete en la interna más caliente del país? Acá te contamos todo lo que tenés que saber, sin vueltas.
En diálogo con Infobae, Montenegro fue tajante. Dijo que Villarruel quedó fuera del círculo de toma de decisiones porque, según él, abandonó las ideas clave del presidente. “Gracias, no sos más parte del equipo”, lanzó sin rodeos.
La declaración llega justo después de varios cruces públicos entre Milei y su vice, que expuso diferencias en redes sociales sobre temas sensibles como los aumentos a jubilados y la emergencia en discapacidad. Para Montenegro, eso rompió todo: “Decidimos ir para este lado, y ella para el otro. El que manda es el presidente”.
La interna no es solo un chisme de pasillo. Según el ministro del Interior, Guillermo Francos, lo que se vive es una crisis política real. Y para Montenegro, el quiebre no es menor: “El daño que hace Villarruel con sus declaraciones sobre gasto público es grave. No podés estar adentro si jugás en contra del rumbo”.
Más allá del conflicto con Villarruel, Montenegro también le tiró palos a sectores del PRO que, según él, se hacen los distraídos en el Congreso: “No tenés que acompañar por ser del PRO. Tenés que acompañar porque es lo que corresponde. El otro camino nos hizo mierda”.
Insistió en que no hay margen para medias tintas: o se apoya el plan de Milei, o se está afuera.
Candidato a senador por la 5° sección, Montenegro no escondió sus intenciones: quiere llevar el rumbo libertario a la Legislatura bonaerense. Y fue claro sobre su rol: “La gente tiene que saber en qué se gasta la guita. No voy a esconder nada”.
También marcó distancia con el kirchnerismo, apuntando contra Axel Kicillof y recordando que su espacio viene perdiendo en la provincia desde 2005. Su mensaje fue directo: “Hay que ganar la provincia para seguir los cambios del Gobierno nacional”.
Porque lo que pasa arriba impacta abajo. Si el quiebre entre Milei y Villarruel se profundiza, no es solo una pelea de egos: puede afectar votaciones clave, reformas profundas y la estabilidad del Gobierno. Y si referentes como Montenegro ya eligen un bando, la grieta dentro del oficialismo está más abierta que nunca.
La historia no terminó. ¿Se va Villarruel del Gobierno? ¿Habrá más rupturas? ¿Puede sostenerse el plan libertario con esta interna al rojo vivo?
