La disputa por el liderazgo de la OEA: ¿Quién es Rubén Ramírez y qué lo diferencia?

Elección del nuevo secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), la tensión crece entre dos visiones opuestas para el futuro del organismo.

14-02-2025 - Por Crítica Argentina

A medida que se acerca la elección del nuevo secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), la tensión crece entre dos visiones opuestas para el futuro del organismo. Con el sucesor de Luis Almagro en juego, ¿quién tiene la oportunidad de tomar las riendas de la OEA? En el centro de este enfrentamiento se encuentra el canciller paraguayo Rubén Ramírez, quien representa una postura firme en defensa de la democracia y de una alianza estratégica con Estados Unidos.


¿Por qué Rubén Ramírez es un candidato fuerte?


Con una destacada trayectoria en la diplomacia, Rubén Ramírez se ha posicionado como un líder de peso en la región. Su enfoque se basa en la lucha contra el crimen organizado, la defensa de los derechos humanos y el fortalecimiento de las relaciones con potencias internacionales como Estados Unidos. En particular, su alineación con la administración republicana de Donald Trump y su postura clara contra las dictaduras de Venezuela, Cuba y Nicaragua, lo han convertido en una figura clave para aquellos que buscan un enfoque más firme en la OEA.

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Ramírez no solo se ha mostrado comprometido con la democracia en América Latina, sino que también se ha consolidado como un defensor de Israel y un crítico del avance de China en la región. Su capacidad para reunir consenso y promover el diálogo entre los países miembros de la OEA es uno de sus puntos fuertes. Además, ha expresado su intención de garantizar los recursos necesarios para que la organización siga funcionando de manera efectiva, a pesar de los recientes desafíos económicos y políticos.


El desafío de Albert Ramdin: ¿quién es el rival de Ramírez?


El canciller de Surinam, Albert Ramdin, es el principal contendiente de Rubén Ramírez en la carrera por la Secretaría General de la OEA. A diferencia de Ramírez, Ramdin ha mantenido vínculos estrechos con los regímenes autoritarios de Venezuela, Cuba y Nicaragua, y ha sido criticado por no condenar los atentados terroristas de Hamas. Este enfoque genera inquietudes entre los defensores de la democracia, que temen que la OEA se aleje de sus principios fundacionales bajo su liderazgo.

Además, Ramdin enfrenta un obstáculo legal que podría afectar su candidatura. Si bien ha logrado el apoyo de ciertos países centroamericanos, su alineación con China y su falta de condena a los abusos de los derechos humanos en la región lo colocan en una posición difícil frente a quienes defienden un enfoque más cercano a Estados Unidos.


¿Qué importancia tiene el apoyo de Estados Unidos?


El papel de Estados Unidos en esta elección no puede subestimarse. Como principal financiador de la OEA, con un aporte del 80% de los recursos, Washington tiene un interés directo en que el organismo mantenga una agenda firme contra el narcotráfico, el terrorismo y el fortalecimiento de la democracia en la región. Si Rubén Ramírez logra consolidar el apoyo de Estados Unidos, su candidatura podría fortalecerse significativamente frente a la de Ramdin, quien aún no tiene un alineamiento claro con los principios democráticos de la organización.


¿Cómo impacta la postura de Argentina, Brasil y otros países clave?


El respaldo de países como Argentina y El Salvador ya se ha sumado a la candidatura de Rubén Ramírez, pero la posición de otras naciones clave, como Brasil, México, Colombia y Chile, aún está por definirse. Estas decisiones dependerán, en gran medida, de la postura de Estados Unidos en las próximas semanas.


La elección se acerca


El 10 de marzo se llevará a cabo la votación que decidirá el futuro liderazgo de la OEA. Aunque ninguno de los candidatos ha alcanzado los 18 votos necesarios para ganar, el apoyo de Estados Unidos y la estrategia diplomática de Rubén Ramírez podrían ser determinantes en este proceso. En un contexto de creciente inestabilidad en América Latina, la figura de Ramírez emerge como una opción confiable para guiar la organización hacia un futuro más estable y seguro para la región.