En medio de la creciente tensión dentro del PRO, con fuertes discusiones sobre el rumbo del partido, la pregunta es: ¿Logrará el PRO encontrar la unidad necesaria para enfrentar los desafíos electorales de este año? La interna se intensifica, y la provincia de Buenos Aires parece ser el terreno clave para definir el futuro político del partido.
El lunes próximo, el PRO celebrará un encuentro en la sede del partido, en Balcarce 412, con Mauricio Macri a la cabeza. Se espera que esta reunión sea una clara demostración de fuerza y unidad, aunque los rumores indican que la verdadera batalla se librará entre las distintas facciones internas. Fernanda Astorino, una de las figuras clave del partido, y otros dirigentes de peso fueron convocados, incluidos intendentes y diputados tanto nacionales como provinciales.
La cuestión central será el enfoque de cara a las próximas elecciones legislativas. Aunque Macri insiste en liderar una lista propia, un sector significativo de los dirigentes del PRO, incluidos Cristian Ritondo y varios intendentes y gobernadores de la provincia de Buenos Aires, presionan por una tregua con La Libertad Avanza. La falta de un liderazgo claro dentro del PRO, sobre todo en Buenos Aires, hace que este acercamiento con el espacio libertario sea cada vez más probable.
En este escenario, figuras como el diputado Diego Santilli se muestran a favor de la unidad, con un fuerte mensaje de cohesión. Santilli recientemente se reunió con Guillermo Montenegro, intendente de Mar del Plata, y expresó: "Si vamos juntos este año, en 2027 ganamos la provincia de Buenos Aires". Este llamado a la unidad refleja la urgencia de evitar una fragmentación mayor dentro de la oposición, especialmente en un contexto donde el oficialismo parece cómodo con la división del PRO.
Por otro lado, algunos líderes del PRO, como el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, siguen mostrando resistencia a una alianza con los libertarios. La disputa interna dentro del PRO, un partido históricamente orientado hacia el centro-derecha, se complica por los desacuerdos sobre cómo repartir el poder, especialmente en la CABA.
A pesar de la fragmentación, en el PRO no todo está perdido. Muchos dirigentes confían en que una tregua con La Libertad Avanza podría ser posible en la provincia de Buenos Aires para evitar que el peronismo capitalice la falta de unidad. La clave de este acuerdo estaría en superar las diferencias internas y concentrarse en el objetivo común: asegurar una victoria en las legislativas.
En resumen, la reunión del lunes será un punto de inflexión para el PRO. ¿Lograrán resolver sus diferencias y poner orden en la provincia de Buenos Aires, o continuarán atrapados entre los intereses de Macri, las resistencias al acuerdo con Milei y la necesidad de consolidar un liderazgo fuerte? El escenario electoral está por definirse, y el PRO deberá actuar con rapidez si quiere mantenerse relevante en la contienda política.
Este evento se presenta como una oportunidad clave para reconfigurar el futuro político del PRO y, sobre todo, definir la estrategia en una provincia de Buenos Aires clave para cualquier aspiración presidencial en 2027.