Los últimos datos del cuarto trimestre confirman una reactivación económica más acelerada de lo previsto, abriendo interrogantes sobre el futuro inmediato de la Argentina. Este repunte, que ya se perfila como el más significativo del año, deja atrás la recesión que marcó buena parte del 2024. Pero ¿qué significa esto para los argentinos y qué rol juega la política económica de Javier Milei?
Por primera vez en dos años, la economía argentina acumula dos trimestres consecutivos de crecimiento, un indicador clave para declarar el fin de una recesión. Durante el tercer trimestre, el Producto Bruto Interno (PBI) creció un 3,9% en comparación con el trimestre anterior, marcando un punto de inflexión.
La tendencia positiva continúa en el cuarto trimestre, con ajustes en las proyecciones de contracción para el 2024. Consultoras como ACM ahora estiman que el PBI podría caer entre un 2,6% y un 2,9%, cifras menos severas que el consenso inicial del 3,5%.
Incluso, datos recientes del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) del Indec muestran un crecimiento sostenido en los últimos meses:
Dos factores fundamentales sostienen esta recuperación:
Según ACM, "es esperable que el desempeño económico se beneficie de estos factores, dando un respiro a la demanda interna".
En una reciente entrevista en Neura, el presidente Javier Milei destacó que la economía está mostrando una recuperación en forma de "V". Este optimismo se apoya en el rebote económico logrado tras el "Massazo" que afectó la primera mitad del año.
El cierre de año con mejores resultados que los previstos alimenta las expectativas de un crecimiento del 5% para 2025. Algunas proyecciones incluso sugieren que esta cifra podría ser superada, siempre que se mantenga la tendencia actual.
Aunque la reactivación económica es palpable, el camino hacia una recuperación económica sostenida dependerá de políticas que consoliden estos avances. Factores como la estabilidad del tipo de cambio, la evolución de la inflación y el impacto de las reformas propuestas por Milei serán clave en los próximos meses.
Por ahora, los números confirman que la Argentina está dejando atrás su peor momento económico. Sin embargo, el desafío será mantener esta tendencia en un contexto aún frágil.