¿Qué pasaría si Argentina pudiera usar un swap de monedas para aliviar su deuda y bajar el riesgo país? La respuesta está más cerca de lo que muchos imaginan, y las últimas decisiones del Gobierno podrían cambiar el juego financiero del país.
El propio Presidente confirmó ayer que el swap de monedas que Argentina está firmando con el Tesoro norteamericano tiene un objetivo muy claro: usar hasta USD 20.000 millones para pagar deuda si se complica el acceso a los mercados internacionales. Según Javier Milei, esto permitiría tomar deuda para pagar deuda, con el fin de reducir el riesgo país, bajar la tasa de interés y facilitar que los argentinos puedan acceder al crédito.

Es importante entender que estos dólares no ingresan de golpe a las reservas del BCRA. Se activarán en tramos, solo cuando sea necesario, lo que hace que el acuerdo dependa de la garantía sobre el repago de deuda. Por eso, los inversores siguen atentos y un poco cautelosos.
Mientras tanto, el Tesoro norteamericano sigue interviniendo en el mercado cambiario. Aunque sus ventas no detuvieron la suba del dólar oficial, sí lograron frenar su incremento en las últimas dos semanas. El tipo de cambio mayorista estuvo muy cerca de la banda superior fijada con el FMI, actualmente en $1.490, pero todavía no la tocó.
El impacto en los bonos fue distinto. Si bien el anuncio del swap no generó cambios significativos, la noticia de la recompra de bonos en dólares, conocida como “Deuda por Educación”, sí tuvo efecto. Pablo Quirno, secretario de Finanzas, explicó que se avanzará en esta operación con financiamiento de agencias y organismos multilaterales, y que el banco JP Morgan organizará la transacción. Al conocerse esto, los bonos revertieron pérdidas y cerraron con subas de entre 1,5% y 2%, marcando una reacción positiva aunque moderada.
El objetivo central del equipo económico es bajar el riesgo país, que hoy está muy alto. Para volver a acceder a los mercados voluntarios de deuda, necesitarían reducirlo de 1.000 puntos a cerca de 500. El año próximo podría ser clave: la Reserva Federal norteamericana planea nuevas reducciones de tasas, lo que favorecería a los países emergentes y podría impulsar los bonos argentinos.
Hasta ahora, todos los intentos por mejorar la paridad de los bonos fracasaron: el préstamo del FMI, la voluntad de pago del Gobierno, el swap de monedas y la futura recompra de bonos fueron los principales movimientos para sostener los precios. La expectativa oficial es que los resultados se vean después de las elecciones, cuando la incertidumbre disminuya, más inversores se animen a comprar deuda argentina, baje el riesgo país y vuelva a aparecer crédito en el mercado interno.
Argentina está en un momento decisivo: la combinación de swap de monedas, recompra de bonos y medidas para controlar el riesgo país podría definir si el país logra recuperar la confianza de los mercados y mejorar la economía local. La pregunta que todos se hacen es: ¿será suficiente este plan para estabilizar la deuda y abrir el crédito a los argentinos?