¿Por qué el empleo público en Argentina se volvió uno de los debates más calientes de la política económica? La respuesta está en una curva que creció durante dos décadas y que, recién con la llegada de Javier Milei, empezó a bajar. Pero los números esconden algo que muchos desconocen y que ayuda a entender el tamaño real del Estado.
El punto de partida es 2003. Con los gobiernos de Néstor Kirchner y luego Cristina Kirchner, el empleo estatal subió de manera constante. Lo que se presentó como “inclusión laboral” terminó aumentando la cantidad de empleados públicos por cada mil habitantes. Según datos del Ministerio de Capital Humano y organismos como el FMI, gran parte de esos puestos se vinculó a fines políticos, lo que sumó presión al gasto público.
Durante la gestión de Mauricio Macri (2016-2019), la tendencia no se revirtió. Hubo un freno leve, pero sin una baja marcada. El Estado siguió grande y costoso.
El verdadero récord histórico llegó entre 2020 y 2023, bajo la presidencia de Alberto Fernández, con Cristina Kirchner como vicepresidenta. En ese período el empleo público alcanzó su mayor nivel en décadas. Muchos analistas lo interpretan como un uso del Estado para sostener militancia y dar contención social, pero al costo de un aparato más pesado y menos eficiente.
El quiebre apareció en diciembre de 2023 con la asunción de Javier Milei. Su gobierno libertario adoptó la decisión de recortar la estructura estatal. De acuerdo con cifras del Ministerio de Desregulación y Transformación, que conduce Federico Sturzenegger, en los primeros 20 meses se eliminaron 53.345 puestos públicos, lo que implica una reducción del 10,6%.
Solo en julio de 2025 se dieron de baja 1.164 empleos.
Los recortes más fuertes se vieron en las empresas estatales, con un 18,5% menos de trabajadores (16.886 cargos) y en la Administración Pública Nacional, que achicó su plantilla en un 15,1% (31.114 personas).
El ahorro estimado por salarios ronda los 1.053 millones de dólares al año, y llega a 2.106 millones si se suman gastos en oficinas, equipos y servicios. Según el gobierno, estos números justifican el ajuste y sientan las bases para reducir impuestos en el futuro.
Así, la política de Javier Milei marca un contraste con el kirchnerismo, que apostó a expandir el empleo estatal. La discusión sobre el empleo público en Argentina sigue abierta: ¿es un freno o un motor para el desarrollo? Lo cierto es que los cambios actuales están redefiniendo el tamaño del Estado y el impacto fiscal, algo que la sociedad sigue de cerca.