¿Quién reemplaza a Cristina Kirchner en la Provincia? La pregunta está en el aire desde que se confirmó que Cristina Kirchner no podrá ser candidata. Pero la respuesta, por ahora, es un enigma. Y lo más probable es que la clave esté en un apellido que nunca se fue del todo: Máximo Kirchner.
En la Tercera Sección Electoral —la zona más peronista del conurbano— el kirchnerismo sabe que no puede darse el lujo de perder terreno. Es el bastión donde históricamente hicieron diferencia. Por eso, con Cristina fuera de juego, la posibilidad de que Máximo encabece la lista de diputados provinciales toma fuerza. El mensaje sería claro: si no está ella, está él.
Pero... ¿alcanza con eso? Desde La Libertad Avanza (LLA) y el PRO ya están leyendo la jugada. Y no se quedan quietos. La estrategia es clara: si el kirchnerismo pone a Máximo Kirchner, ellos tienen que plantar batalla, aunque el terreno no les sea favorable. Lo que se define ahí no es solo una elección local, sino una pulseada nacional encubierta, más allá del desdoblamiento que impulsó Axel Kicillof.
Un dirigente del PRO en la provincia fue directo: “Si Máximo es candidato, hay que enfrentarlo. Aunque sepamos que es difícil ganarle, hay que estar”. En los pasillos del macrismo suena la posibilidad de una figura joven impulsada por LLA, ya que el PRO no tiene un referente fuerte en esa sección.
Del otro lado, Máximo Kirchner no se baja. En una entrevista reciente dejó la puerta abierta: “Cuando uno tiene conducción, está preparado para asumir los roles que haya”. Fue durante el acto en Plaza de Mayo, donde el kirchnerismo volvió a mostrarse unido frente a la situación judicial de Cristina Kirchner.
Mientras tanto, Karina Milei y Sebastián Pareja arman el ajedrez electoral libertario. Del lado del PRO, los nombres que definen son Cristian Ritondo, Diego Santilli y Guillermo Montenegro. Saben que si se oficializa la candidatura de Máximo, van a tener que cerrar rápido al rival que lo enfrente.
La interna peronista también juega: algunos, como Fernando Gray, ven a Máximo como un lastre más que como un líder. “No tiene carisma. La madre no le transfiere los votos. Irrita más de lo que suma”, disparó un exfuncionario del PJ, hoy legislador.
El panorama todavía está abierto. Las listas cierran en pocas semanas. Lo único seguro es que la Tercera Sección será el corazón de una elección que parece local, pero se discute como si fuera presidencial. Y todos lo saben: quien gana ahí, tiene medio pie adentro en la provincia.