¿Puede un número decir más de lo que parece? Esta semana, un dato silencioso pero clave empezó a mover fichas en la economía argentina y dejó una pregunta flotando: ¿qué significa realmente que el riesgo país haya tocado su nivel más bajo en más de siete años y por qué el mercado reaccionó así?
Este miércoles 17 de diciembre, el riesgo país argentino cayó más de 3% y se ubicó en 555 puntos básicos. Es un valor que no se veía desde julio de 2018. El indicador, que elabora JP Morgan, funciona como un termómetro: mide cuán riesgoso es para los inversores prestarle dinero a un país. Cuanto más bajo, mejor.
La baja no fue casual. El mercado leyó como positivas las últimas decisiones del Banco Central, sobre todo el nuevo esquema de ajuste de las bandas cambiarias y el programa para comprar y acumular reservas. En diciembre, el índice ya retrocedió 90 puntos, una señal clara de cambio de expectativas bajo el gobierno de Javier Milei.
Desde el equipo económico no ocultaron el festejo. “Estamos en los menores niveles de riesgo país desde agosto de 2018”, celebró Felipe Núñez, asesor del Ministerio de Economía, en redes sociales. El mensaje apunta a lo mismo: hay una señal de respaldo del mercado al rumbo económico actual.
En paralelo, los bonos argentinos en dólares subieron más de 1%. Cuando el riesgo país baja, suele pasar esto: los inversores confían más, compran bonos y su precio sube. Sin embargo, en el mercado aclaran que todavía quedan desafíos importantes. “El riesgo país está en la zona de 550 puntos, el mínimo de la gestión Milei, pero aún hay que definir cómo se pagan los vencimientos de enero”, explicó Milo Farro, analista de Rava Bursátil.
Ahí entra en escena el ministro de Economía, Luis Caputo. El funcionario aseguró que el Gobierno evalúa distintas alternativas para afrontar compromisos por más de 4.200 millones de dólares en el corto plazo. Entre ellas, swaps con China y Estados Unidos, préstamos bancarios y operaciones en el mercado de capitales.
¿Por qué es tan importante esta baja del riesgo país argentino? Porque acerca a la Argentina a una posibilidad que hace años parece lejana: volver a financiarse en los mercados internacionales. Si el país logra emitir deuda, el Banco Central podría usar las reservas para fortalecer la estabilidad económica, en lugar de destinarlas solo a pagar vencimientos.
Analistas estiman que si el indicador de JP Morgan baja hacia los 450 puntos, la Argentina podría volver a colocar bonos a tasas menores al 10%. No es inmediato, pero el dato marca una dirección. Por ahora, el mercado observa, mide y espera. Y ese número, el riesgo país, sigue siendo la clave que todos miran.