El video de Milei que abrió un nuevo debate político

La escena arrancó con un video que Javier Milei compartió en X. A simple vista, parecía un recorte más dentro del clima político de todos los días.

20-11-2025 - Por Crítica Argentina

La escena arrancó con un video que Javier Milei compartió en X. A simple vista, parecía un recorte más dentro del clima político de todos los días. Pero la aparición de Franco Cuello, conocido como “Frankito”, abrió una discusión que todavía sigue y que muestra una parte poco visible del armado libertario. ¿Por qué un militante de base del conurbano termina ocupando ese lugar? ¿Qué busca el Presidente con este tipo de gestos? Eso es lo que vamos desarmando acá.

Para empezar, el video refuerza una idea que Milei repite desde su campaña: la de “romper con la casta”. Cada vez que muestra figuras que vienen de la periferia política —jóvenes, sin estructura, sin cargos— intenta marcar una diferencia con la política tradicional. En ese sentido, Franco Cuello funciona como un ejemplo perfecto para esa narrativa.

Pero este caso también deja ver otra cosa: la estrategia libertaria empieza a apoyarse más seguido en influencers o militantes de bajo perfil que construyen una imagen de “pueblo común”, justo en un momento donde los referentes clásicos del espacio muestran desgaste. Cuello militaba en La Libertad Avanza y estuvo involucrado en situaciones de violencia, incluso con denuncias dentro de su propia familia en José C. Paz. Aun así, aparece como símbolo de una juventud alineada al oficialismo, sin que su recorrido político quede bajo análisis.

Y ahí está la parte clave: elegir visibilizar a alguien así dice mucho sobre cómo se está comunicando el Gobierno. No se trata de cuadros políticos con trayectoria ni de dirigentes que ocupan cargos, sino de figuras que ayudan a reforzar un relato. Y ese relato necesita mostrarse joven, espontáneo, casi callejero, aunque detrás haya un control cada vez más mediático y menos institucional.

Otro punto que pasó desapercibido es que el fragmento del documental es de origen francés. Puede parecer un detalle, pero Milei lo usa para mostrar su discurso como parte de algo más grande, casi una revolución global. Es una forma de salir del marco local y presentarse como líder de un movimiento que excede a la Argentina.

Sin embargo, esa puesta en escena también deja expuesto otro vacío: no hay una estructura fuerte que sostenga ese “movimiento”. Lo que queda es un entramado más informal, apoyado en redes sociales, influencers y momentos virales. Y en ese esquema, casos como el de Franco Cuello no son casuales: son piezas de un mensaje pensado para generar impacto más que para mostrar un proyecto político estable.

En definitiva, el video que Javier Milei compartió en X no es solo un recorte. Es una pista sobre cómo se está construyendo la identidad del oficialismo y sobre por qué necesita figuras de este tipo para sostener su relato en un contexto político cada vez más volátil.