En un desenlace épico y lleno de suspenso, Juan Ibarguren (PRO) se consagró intendente electo de Pinamar, al mantener una ajustada diferencia de un voto en el recuento final. Esta situación, lejos de ser única, se suma a otros casos insólitos en elecciones de la Provincia de Buenos Aires, donde la historia política ha estado marcada por resultados reñidos.
El recuento, ordenado por la Justicia electoral, permitió a Unión por la Patria, encabezada por Gregorio Estanga, reducir la diferencia a un solo voto. A pesar de los intentos por revertir el resultado, el PRO mantuvo su ventaja hasta la última mesa, la número 88, que confirmó la victoria de Ibarguren.
El politólogo Sebastián Parnes destacó otros casos en la historia electoral bonaerense, como la elección de 1987 en Pinamar, resuelta por solo cuatro votos, o el curioso episodio en Coronel Dorrego en 2003, que llevó a un balotaje por un empate entre dos candidatos que obtuvieron la misma cantidad de votos.
En el caso de Tordillo en 2007, la historia política dio un giro peculiar al ser la "única elección definida sin competencia en la historia de la Provincia de Buenos Aires", donde el Frente para la Victoria compitió solo contra los votos en blanco. Estos episodios muestran la diversidad de escenarios que pueden surgir en los 135 distritos de la provincia.