El Gobierno puso en marcha un proceso de retiros voluntarios en los Medios Públicos y la movida ya empezó a generar ruido. La decisión apunta a reducir una estructura que, según fuentes oficiales, quedó sobredimensionada durante los últimos años. Pero lo que todavía no se ve del todo claro es cómo será el plan completo y qué impacto va a tener en la Televisión Pública y Radio Nacional.
La idea central es simple: ordenar, achicar y modernizar. Pero el camino no es tan lineal. Y eso es justamente lo que vamos a desarmar a continuación.

La estrategia será coordinada por Javier Lanari, el funcionario que quedó al frente de la nueva Secretaría de Medios y Comunicación tras la llegada de Manuel Adorni a la Jefatura de Gabinete. Aunque el decreto que formaliza la secretaría todavía no salió, el equipo ya está afinando los detalles del programa.
Según explicaron desde el Gobierno, el esquema va a permitir que los trabajadores se anoten de manera voluntaria para negociar una indemnización acorde al cargo y a la antigüedad. Aseguran que los montos serán “razonables” y que buscan evitar conflictos, aunque admiten que la tensión con los gremios no va a desaparecer así nomás.
Las cifras son el corazón del debate. En Radio Nacional trabajan alrededor de 1100 empleados, frente a los 300 que puede tener una radio líder del sector privado. Para el oficialismo, esa diferencia refleja años de estructura inflada. En la Televisión Pública ocurre algo similar: cerca de 1300 trabajadores, un número que el Ejecutivo considera injustificado.
En este proceso tendrán un rol clave Carlos Curci González, interventor de la TV Pública, Radio Nacional y Contenidos Artísticos e Informativos, y Fernando Subirats, director de la emisora. Son las dos piezas técnicas que el Gobierno ve como fundamentales para encarar la reforma.
Antes de fin de año se espera la renovación de la intervención que rige actualmente y que, según la decisión administrativa 5/2025, vencía en 2026. En Casa Rosada ya adelantan que será prorrogada porque consideran indispensable mantener el control directo durante el proceso.
Al mismo tiempo, se está preparando un cambio de imagen para la TV Pública: nuevos colores, otra tipografía y programación ajustada para competir mejor con los canales privados. Desde el oficialismo lo ven como un paso previo al plan más grande que ya mencionaron varias veces: avanzar hacia una privatización dentro de la reforma del Estado.
El Gobierno admite que el retiro voluntario es apenas la primera herramienta de una estrategia más amplia para ordenar los Medios Públicos. Lo que se viene ahora es ver cuántos trabajadores adhieren, cómo responden los gremios y qué tan rápido puede avanzar la reestructuración.