El anuncio de Javier Milei de recortar la obra pública y adoptar un modelo similar al chileno ha generado preocupación entre los intendentes tanto del oficialismo como de la oposición.
Francisco Echarren, intendente de Castelli y representante de Unión por la Patria, propuso organizar un "piquete" en protesta, convocando a intendentes de todos los partidos políticos para unirse contra la medida.
Echarren advirtió sobre el impacto negativo que tendría la paralización de la obra pública, describiéndola como un "cementerio de obras abandonadas con miles de vecinos despedidos". Argumentó que esta decisión afectaría gravemente a los municipios, con potenciales despidos masivos y perjuicios para el comercio local.
El intendente considera que la obra pública es crucial para los municipios y que detenerla sería "un golpe de gracia" que afectaría de manera letal a las comunidades locales.
Hizo un llamado a la unidad de todos los intendentes para frenar esta medida, destacando que una vez que se corte la obra pública, retomarla será un proceso prolongado y perjudicial para los distritos.
En este contexto, se resaltan obras significativas en ejecución en la provincia de Buenos Aires, como la ampliación del Río Salado en 25 de Mayo y proyectos viales en Los Cardales (Exaltación de la Cruz), Lanús Oeste, y la Ruta Nacional 3 en Villarino, entre otros, que podrían quedar en suspenso si se implementa la propuesta de Milei.