¿Se puede mantener la inflación baja pese a la volatilidad económica y política? Los números de agosto parecen responder afirmativamente y generan expectativa sobre cómo seguirá la economía en los próximos meses.
Según el Indec, la inflación en Argentina durante agosto se ubicó en 1,9%, acumulando un 33,6% en los últimos doce meses. Este registro confirma que, gracias al plan económico del Gobierno de Javier Milei, los precios comienzan a mostrar una desaceleración sostenida.
El informe oficial también indica que la inflación acumulada en los primeros ocho meses del año alcanzó el 19,5%, el valor más bajo para este período desde 2020, cuando se había registrado un 18,9%. Además, la suba mensual se mantiene idéntica a julio (1,9%), lo que evidencia una estabilidad notable, a pesar de la volatilidad del dólar y la incertidumbre electoral.
Un dato clave: el aumento del dólar no se trasladó a los precios, ya que el efecto conocido como “pass through” fue nulo, evitando que la divisa impactara en la inflación. Esto suma confianza sobre la efectividad de las políticas actuales.
En cuanto a los sectores, la inflación núcleo se ubicó en 2%, los bienes y servicios estacionales bajaron 0,8% y los regulados subieron 2,7%. Por su parte, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y la Canasta Básica Total (CBT) aumentaron solo un 1%, reflejando un control más firme sobre los productos esenciales.
En la Ciudad de Buenos Aires, los datos del Idecba mostraron una inflación de 1,6% mensual y 37,4% interanual, mientras que el acumulado entre enero y agosto llegó al 20%. Entre los productos con mejores resultados, “Prendas de Vestir y Calzado” registró su tercera baja mensual consecutiva, con 0,3% de caída en agosto.
La media móvil de seis meses de la inflación general se situó en 2,2%, el nivel más bajo desde septiembre de 2020. Con esto, Argentina logra meses consecutivos por debajo del 2% mensual por primera vez desde noviembre de 2017.
Estos indicadores muestran que la inflación de agosto no solo es una buena noticia en términos de cifras, sino que también confirma un patrón de estabilidad que podría consolidarse si se mantienen las políticas actuales. El desafío ahora será sostener estos números en los próximos meses, mientras se observan posibles efectos de factores externos y decisiones económicas futuras.