¿Se viene un PRO liberal renovado o solo es un relanzamiento de cara a las elecciones? Las señales internas del partido amarillo despiertan intriga y ponen a todos los dirigentes a pensar en quién se queda y quién se va. Mauricio Macri y su núcleo cercano ya están delineando la nueva etapa del PRO después de los comicios, buscando volver a las raíces que definieron al partido en sus orígenes.
Fernando de Andreis, candidato a diputado nacional por CABA y hombre de confianza de Macri, publicó en sus redes un mensaje contundente: “Nace algo nuevo”. La frase no es casualidad: busca marcar el inicio de un PRO que retome la esencia liberal y que se acerque a acuerdos como el alcanzado con La Libertad Avanza (LLA). Según el dirigente, estas decisiones son necesarias para dejar atrás lo que llamó “el murmullo socialista interno”, en referencia a sectores del partido que se habían desviado de su identidad de cambio.
El concepto central es claro: relanzar al PRO como un partido de centro-derecha, fiel a sus principios económicos y políticos originales. En palabras de un dirigente del partido, “en los últimos años, el PRO perdió claridad y se alejó de su espíritu liberal, y eso nos hizo perder elecciones”. Por eso, la alianza con LLA no solo representa un acuerdo electoral, sino también la oportunidad de reconectar con la tradición liberal y republicana que caracterizó al partido.
Este reordenamiento interno no está exento de tensiones. Nombres como Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal y Silvia Lospennato muestran diferencias sobre la estrategia, aunque seguirán activos en la campaña. La expectativa es que después de diciembre los bloques legislativos se “purifiquen”: menos cantidad, pero más alineados con los valores que definieron al PRO en sus orígenes.
Dirigentes como Cristian Ritondo, Diego Santilli y Guillermo Montenegro jugaron un rol clave negociando con los libertarios, consolidando el camino hacia un PRO liberal más definido. Esto no implica que surja un partido totalmente nuevo, sino un relanzamiento que recupere la identidad de cambio y disciplina fiscal. Temas como el déficit siguen siendo no negociables y reflejan la visión económica tradicional del macrismo.
Mientras tanto, las preguntas permanecen abiertas: ¿quiénes se sumarán al PRO “puro”? ¿Qué harán Vidal, Torres y Frigerio? El partido amarillo se prepara para una etapa de definiciones internas, mientras el exmandatario mantiene un perfil bajo y con agenda internacional, confiando en que los dirigentes concreten la línea estratégica.
El camino del PRO liberal recién comienza y cada decisión marcará si el partido logra reconectar con su esencia o queda dividido entre bloques enfrentados. Lo que está claro es que se vienen tiempos de cambios, acuerdos y reacomodamientos que definirán el futuro político del macrismo en Argentina.