A nueve años de la enigmática muerte de Alberto Nisman, la investigación se adentra en el oscuro mundo del espionaje. La Justicia focaliza su atención en la reconfiguración de la AFI, la denuncia de Nisman contra Cristina Kirchner y los movimientos de espías en el fin de semana crucial. Antonio Horacio Stiuso, exjefe de Contrainteligencia, solicitará la reapertura de una causa cerrada que vincula a César Milani con inteligencia paralela y señala a Cristina Kirchner y Carlos Zannini como responsables.
La revelación surge tras la confirmación de que seguían a Nisman mucho antes de su muerte. La detención del espía Ariel Zanchetta, sus vínculos con el mundo de los "inorgánicos" y la investigación sobre inteligencia del Ejército, dan un nuevo giro al caso. Stiuso se suma como querellante en el expediente de Zanchetta, comprometiendo a Cristina y Zannini en la manipulación de la inteligencia previa a la muerte de Nisman.
La causa que Stiuso busca reabrir investigaba a César Milani, exjefe del Ejército, por espionaje ilegal. Aunque el juez Bonadio la cerró en 2016, Stiuso planea incorporarla a la investigación actual. El expediente sugería que Milani utilizaba equipos para escuchas clandestinas y había montado una estructura de inteligencia. Stiuso aportó detalles sobre la organización clandestina y su conexión con la Procuración General, la AFIP y la UIF.
En su declaración, Stiuso reveló que desde 2010 se conformó una estructura de gobierno clandestina, dirigida por Cristina Kirchner y Carlos Zannini, con Milani como ejecutor. La investigación abordará la vinculación de esta organización con políticos, jueces y periodistas. A pesar de la archivación de la causa de Milani en 2016, Stiuso busca reabrir el expediente en el contexto del caso Zanchetta, desentrañando la trama de espionaje que rodea la muerte de Nisman.