Algo cambió en la calle, en las charlas y en los números… pero no todos saben exactamente por qué. Antes de contarte el motivo, hay un dato clave que explica el nuevo clima económico y que marca un punto de quiebre.
Ese dato es el Índice de Confianza del Consumidor (ICC), que en noviembre registró una suba del 8,8%, según la Universidad Torcuato Di Tella. Y acá empieza lo interesante: es el salto mensual más grande desde que arrancó el gobierno de Milei, y rompe con la lógica de un indicador que suele moverse lento.

La suba de noviembre no fue un hecho aislado. En solo dos meses —octubre y noviembre— el ICC acumuló un avance del 15,65%, revirtiendo por completo la caída de agosto. Para una serie histórica tan estable, este rebote es casi excepcional.
Incluso contra noviembre de 2024, el índice quedó 2,28% arriba, algo que confirma que la mejora no es solo coyuntural.
La lectura económica es directa: después de las elecciones, los hogares sintieron más estabilidad y menos incertidumbre. El orden fiscal, la baja del déficit y una inflación más controlada generaron la sensación de que la economía dejó atrás el temblor del último año.
Los tres componentes del ICC subieron fuerte:
Bienes durables e inmuebles: +10,42%
Situación macroeconómica: +9,86%
Situación personal: +6,42%
Esto quiere decir que las familias están viendo mejoras en su día a día, en el rumbo general del país y en la posibilidad de hacer compras importantes. El rubro “bienes durables” es clave porque suele anticipar movimiento en autos, electrodomésticos y vivienda.
El índice evalúa tres cosas:
La situación económica actual de cada persona.
Sus expectativas a futuro.
Si considera que es un buen momento para comprar bienes durables o vivienda.
Cuando el ICC sube, quiere decir que las familias se sienten más seguras, consumen más y participan más de la economía. Por eso el salto de noviembre es una señal fuerte de estabilidad y credibilidad.
GBA lideró con un crecimiento del 12,73%.
En el Interior, la suba fue del 7,40%.
Por ingresos, los hogares de menores recursos mostraron el avance más grande: 12,43%. En los de mayores ingresos, la mejora fue del 5,93%.
Las condiciones presentes crecieron 8,19%, y las expectativas futuras 9,19%. Esto muestra algo clave: la gente siente que hoy está mejor, pero también imagina un futuro más estable.
El salto de confianza de noviembre confirma que la economía empieza a recuperar credibilidad. Las familias ven más estabilidad, más previsibilidad y un país que deja atrás la incertidumbre.
Un cierre de año con señales claras de que el programa económico empieza a generar resultados visibles en la vida cotidiana.