El presupuesto de Axel Kicillof para el 2024 enfrenta una negociación crítica en la Legislatura bonaerense, con la oposición exigiendo condiciones para dar su voto y el oficialismo buscando cerrar acuerdos de última hora. ¿Qué está en juego? Un endeudamiento clave para la provincia, fondos millonarios para los municipios y cargos estratégicos en instituciones clave como el Banco Provincia (Bapro) y la Corte Suprema bonaerense.
El oficialismo, liderado por Kicillof, necesita los dos tercios en ambas cámaras para aprobar el endeudamiento de aproximadamente 1.300 millones de dólares. Aunque cuenta con el bloque peronista consolidado, esto no alcanza sin apoyo opositor.
Pero la negociación está trabada. La oposición, integrada por el PRO, los radicales y otros sectores, plantea exigencias concretas:
En medio de la negociación, las tensiones internas en el oficialismo complican el escenario. La secretaria General de la Gobernación, Agustina Vila, delegada por Kicillof para negociar, ha sido cuestionada por líderes opositores, quienes afirman que “no tiene espalda para bajar el martillo”.
Por su parte, en la oposición, el radicalismo alineado con Maximiliano Abad busca avanzar con el nombramiento de jueces en la Corte Suprema, un tema que quedó trabado tras la salida de Luis Genoud y que mantiene vacantes críticas en el tribunal.
En el PRO, la bronca crece por promesas incumplidas de espacios en el Bapro. Además, los intendentes del espacio insisten en un esquema más transparente y automático para el reparto de los fondos municipales.
Aunque las conversaciones formales comenzaron este jueves, los avances son mínimos. La estrategia de la oposición apunta a no dar quórum si no se llega a un acuerdo antes de las sesiones convocadas para este viernes.
Sin embargo, el oficialismo no cede. Carlos Bianco, ministro de Gobierno, advirtió que el endeudamiento es “indispensable para cumplir con pagos de la deuda externa heredada”. Desde el PRO responden que no autorizarán “nada que aumente el déficit”.
Mientras el oficialismo y la oposición miden fuerzas, los intendentes peronistas salieron en bloque a respaldar a Kicillof. Jorge Ferraresi y el platense Julio Alak advirtieron sobre el impacto de no aprobar el presupuesto, lo que podría forzar un ajuste y poner a la provincia al borde del default.
La discusión sigue abierta y el desenlace es incierto. Mientras tanto, el futuro del presupuesto bonaerense está atado a una negociación que, más allá de los números, refleja profundas tensiones políticas en la provincia.