¿Hasta dónde puede llegar el nuevo acuerdo comercial entre la Argentina y los Estados Unidos? La respuesta no es tan obvia como parece, y en las próximas semanas se va a jugar una parte clave del proceso. Todavía faltan definiciones técnicas, normas nuevas y debates parlamentarios. Pero si entendés qué pasos vienen ahora, también entendés por qué este acuerdo puede modificar mucha legislación argentina y parte de la legislación local que hoy traba el comercio.
Después de meses de reuniones, viajes y negociaciones, el presidente Javier Milei logró acordar un marco general para avanzar en un tratado con Washington. Sin embargo, el texto final todavía no está listo. Los equipos técnicos de ambos países ajustan detalles, y la firma podría llegar recién en diciembre o incluso en el primer trimestre de 2026.

En la última visita a Washington, el canciller Pablo Quirno viajó con funcionarios del Ministerio de Economía y del Ministerio de Desregulación. Ellos ya saben que la próxima etapa va a exigir cambios concretos en normas locales que hoy no son compatibles con lo pactado.
El Gobierno prevé convocar a sesiones extraordinarias en diciembre, pero estarán centradas en reformas laboral y tributaria, nuevo Código Penal y ley de glaciares. Por ahora, el acuerdo con los Estados Unidos no entraría en ese temario. Si necesita debate parlamentario, quedaría para 2026.
Desde el área que dirige Federico Sturzenegger confían en que muchas trabas pueden eliminarse por decreto, derogando burocracias viejas. Pero admiten que algunos puntos sí requerirán pasar por el Congreso.
Entre los compromisos ya asumidos está eliminar formalidades consulares para importaciones norteamericanas y reducir gradualmente el impuesto estadístico para productos de ese origen.
Otro punto clave: Argentina adoptará normas internacionales para sectores sensibles. Si un medicamento ya fue aprobado por la FDA o un auto cumple las Normas Federales de Seguridad de EE.UU., podrá ingresar sin controles duplicados.
También se avanzará en solucionar problemas señalados en el informe “Special 301” de 2025, donde la Oficina del Representante de Comercio estadounidense cuestionó la falta de controles sobre productos falsificados en lugares como La Salada o el Barrio Once. El Gobierno promete mejorar fiscalización y modernizar el régimen de propiedad intelectual.
Sin pasar por el Congreso, el Ejecutivo habilitará la importación de carne aviar estadounidense en un año y dejará de aplicar restricciones a productos que usan ciertos nombres comerciales. Se simplificarán registros para carne vacuna, menudencias, porcinos y lácteos.
Sí habrá que pasar por el Congreso para cumplir con un punto sensible: prohibir la importación de bienes producidos con trabajo forzoso, algo que requiere modificar leyes vigentes.
Para cerrar el paquete digital, Argentina reconocerá a EE.UU. como jurisdicción adecuada para transferencias de datos y aceptará firmas electrónicas bajo normas norteamericanas.