Algo pasó el 24 de junio en el Senado de la Provincia de Buenos Aires (PBA) que dejó a más de uno con la ceja levantada. El proyecto para habilitar la reelección indefinida de legisladores y concejales consiguió media sanción del Senado, pero el procedimiento usado desató un fuerte conflicto político. El centro de la tormenta: la intervención de Verónica Magario, vicegobernadora bonaerense, que desempató la votación sin que se realizara una segunda ronda como exige el reglamento. ¿Fue legal? ¿Qué se viene ahora?
La sesión del 24 de junio trató un proyecto que permitiría que legisladores, concejales y consejeros escolares puedan reelegirse sin límites. El tema es sensible porque toca directamente la renovación de la política y los privilegios de los cargos públicos.
Cuando se votó, hubo un empate. En ese momento, según el artículo 102 del reglamento del Senado bonaerense, debía abrirse un nuevo debate y repetirse la votación. Solo si el empate persistía, la presidencia podía desempatar. Pero eso no pasó. Verónica Magario decidió desempatar directamente, lo que generó acusaciones de irregularidades.
Desde el PRO bonaerense, Cristian Ritondo presentó un pedido formal para que se anule lo actuado y el expediente vuelva al Senado. Argumentó que se violó el reglamento y que eso pone en riesgo derechos constitucionales. En paralelo, anunciaron que van a presentar un recurso de amparo en la Justicia.
Por su parte, La Libertad Avanza (LLA) calificó la sesión como “a espaldas de los bonaerenses” y exigió que se repita la votación. Denuncian una “maniobra sucia” y prometen frenar lo que consideran una jugada de la casta política para sostener privilegios.
El artículo 102 del reglamento es claro: ante un empate, hay que discutir de nuevo y votar otra vez. Solo si se vuelve a empatar, ahí sí vota la Presidencia. Pero esto no se respetó. Por eso, el foco no está tanto en el contenido del proyecto (aunque también genera debate), sino en cómo se votó.
El expediente ya está en Diputados, pero si prospera el reclamo del PRO y LLA, podría volver al Senado. Además, si la Justicia acepta el amparo, la sesión del 24 de junio podría anularse. El tema está lejos de cerrarse.
El futuro de la reelección indefinida en la PBA está atado a una polémica que no solo enfrenta a partidos políticos, sino que también pone en juego el respeto a las reglas legislativas. ¿Se trató de un simple error o de una jugada para asegurar los votos? Por ahora, la pregunta queda abierta… y la respuesta puede cambiar el tablero político bonaerense.