¿Por qué volvió a subir la confianza en el gobierno después de cinco meses seguidos de caída? La respuesta está en los números del último relevamiento del Índice de Confianza en el Gobierno, y lo que muestran marca un giro clave en el clima social. Pero antes de sacar conclusiones, hay un dato que no podés pasar por alto.
Según el informe publicado por la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella, el Índice de Confianza subió un 5% en mayo con respecto a abril. El indicador se ubicó en 2,45 puntos sobre un máximo posible de 5. Esta mejora interrumpe cinco meses consecutivos de caída y ofrece el primer respiro estadístico para la gestión de Javier Milei desde diciembre de 2024.
¿Esto qué significa? Que volvió a crecer la percepción positiva de la ciudadanía hacia el rumbo del gobierno nacional, tras semanas marcadas por discusiones políticas, resistencias y ajustes estructurales. Aunque el valor aún está por debajo de los niveles de mayo 2024, el repunte es firme y significativo.
El Índice de Confianza (ICG), elaborado desde 2001 por la Universidad Torcuato Di Tella, mide cada mes cinco dimensiones:
Capacidad del gobierno para resolver problemas
Honestidad de los funcionarios
Eficiencia en el gasto público
Evaluación general del gobierno
Preocupación por el interés general
En mayo, todos los ítems mostraron subas. El más destacado fue la evaluación general del gobierno, que creció un 8,7%. Le siguieron capacidad para resolver problemas (+4,9%), honestidad (+4,7%), eficiencia (+4,5%) y preocupación por el interés general (+2,6%).
Estos resultados son clave si se los compara con otros períodos. Por ejemplo, el nivel de confianza actual es 26,7% más alto que el de mayo de 2021, durante el mandato de Alberto Fernández. Y si se considera el promedio de los primeros 18 meses de gestión, Milei acumula una media de 2,51 puntos, contra los 2,24 que había registrado Fernández en ese mismo lapso.
El informe también muestra diferencias claras según edad, nivel educativo y lugar de residencia. La confianza creció más entre hombres jóvenes de entre 18 y 29 años, con estudios universitarios y que viven en el interior del país. En cambio, en CABA y el conurbano bonaerense el alza fue menor. Este patrón coincide con el perfil típico del votante de Milei: desconfiado del sistema tradicional y a favor de cambios profundos.
En resumen: el dato de mayo no es una casualidad. Marca una posible inflexión en la percepción pública del gobierno. Después de meses de desgaste, vuelve a crecer la idea de que el rumbo elegido puede dar resultados. Falta mucho por ver, pero la curva, por ahora, parece empezar a cambiar de dirección.
Y la pregunta queda abierta: ¿este repunte es el principio de una recuperación sostenida o solo un alivio momentáneo? Junio traerá la respuesta.