La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, puso en marcha un nuevo protocolo para reprimir protestas en Argentina, lo que ha generado consternación en activistas de derechos humanos, según un informe del diario británico The Guardian. Las nuevas directrices buscan prevenir bloqueos de carreteras, típicos de las protestas conocidas como piquetes. El protocolo permitirá identificar a los manifestantes a través de medios digitales o manuales y facturarles el costo de enviar fuerzas de seguridad. La medida ha generado preocupación y críticas de grupos de derechos humanos y legisladores de la oposición, quienes consideran que criminaliza las protestas legítimas.
El nuevo protocolo surge en medio de la devaluación de la moneda argentina en más del 50%, impulsada por el gobierno entrante del presidente libertario Javier Milei. La ministra Bullrich argumenta que busca poner fin al desorden y la extorsión que han sufrido los ciudadanos durante años. Sin embargo, los críticos sostienen que ataca el derecho a la protesta y criminaliza a quienes se manifiestan.
En respuesta, los movimientos sociales y dirigentes de izquierda han expresado su preocupación y se prevé una movilización masiva. Grupos como el Polo Obrero anticipan la participación de 50 mil personas en la calle. El Centro de Estudios Jurídicos (CELS) advierte que las medidas buscan reprimir la protesta pública y criminalizar a quienes se manifiestan, así como perseguir a organizaciones sociales y políticas.
El protocolo otorga a la policía la facultad de confiscar elementos como mascarillas y palos en las estaciones de tren y autobús, limita la participación de adolescentes en protestas y sanciona a los padres de jóvenes que deberían haber estado en la escuela en lugar de manifestarse. El gobierno de Milei enfrenta críticas por recortes salariales masivos, aumentos de tarifas y transporte, y una rápida escalada de la inflación, ahora considerada hiperinflación.
En el contexto político argentino, el debate sobre las medidas de seguridad y la respuesta ciudadana cobran relevancia, generando tensiones en el país y siendo reflejado en la cobertura internacional.
Fuente: infobae.com