"De noche con el diablo": reviviendo el terror de los '70 con un enfoque retro y sobrenatural

Con un formato de metraje encontrado, la película captura la fascinación de la época por lo sobrenatural, combinando autenticidad estética con un crescendo dramático que culmina en efectos visuales que refuerzan su impacto retro.

18-07-2024   Por: Enzo Dubini

La década de 1970 se ha establecido firmemente en el imaginario popular como una época dorada para el cine de terror. Películas icónicas como El exorcista, La profecía, Carrie, Suspiria, Halloween, La masacre de Texas, Tiburón y Alien son celebradas como los pilares del horror moderno. Este período ha sido revisitado repetidamente a lo largo de los años, tanto para encontrar inspiración como para rendir homenaje a una era cinematográfica que muchos consideran irrepetible.

"De noche con el diablo", dirigida por los hermanos Colin y Cameron Cairnes, se posiciona como un ejemplo reciente de esta tendencia. La película no solo recrea estéticamente los años setenta, sino que también captura el espíritu de una época marcada por el creciente interés en lo paranormal. Utilizando el formato de "metraje encontrado", la trama se desarrolla durante una emisión especial de Halloween de 1977 de un programa nocturno de entrevistas conducido por Jack Delroy, cuyo rating está en decadencia.

Delroy decide revitalizar su audiencia explorando temas sobrenaturales y para ello invita a un mentalista, un exmago convertido en cazador de mitos al estilo de Harry Houdini, una parapsicóloga y una adolescente rescatada de una secta satánica que afirma estar poseída. La narrativa se centra en la transmisión en tiempo real del programa, intercalando material inédito del backstage que añade profundidad a la historia.

La película logra recrear auténticamente la atmósfera de los programas de televisión de los años setenta, empleando un formato de pantalla 4:3 y una textura visual que evoca la estética de los primeros televisores a color. En su clímax, "De noche con el diablo" utiliza efectos visuales que refuerzan su propuesta sin abandonar su estilo retro, lo que permite a los directores manejar hábilmente el drama hasta un punto culminante que desafía las convenciones establecidas para intensificar su impacto final.