¿Por qué la imagen de Gustavo Petro está en su peor momento desde que asumió la presidencia? La caída de su popularidad y las implicancias de su gestión están generando incertidumbre a tan solo un año de las elecciones. En este artículo, te contamos todo lo que necesitas saber sobre la crisis política que atraviesa Colombia y el impacto que tiene en Petro y su gobierno.
Gustavo Petro está viviendo su momento más complicado desde que asumió la presidencia en 2022. A la falta de apoyos parlamentarios para sus reformas y a la crisis interna tras la filtración de la reunión de gabinete, se suma un desplome dramático en su imagen, algo que se refleja claramente en las últimas encuestas.
La consultora brasileña Atlas Intel reveló que Gustavo Petro tiene un rechazo del 63,7%, mientras que su respaldo solo alcanza el 33,3%. Esta caída de 9 puntos respecto al último sondeo es un golpe duro para el presidente colombiano, marcando su peor momento desde que llegó al poder.
Además de la imagen negativa de Petro, la evaluación de su gobierno tampoco es favorable. Un 58,5% de los colombianos considera que su gestión es "mala" o "muy mala", mientras que la aprobación del gobierno ha caído del 36,3% al 27%. Estos números reflejan la creciente desconfianza de los ciudadanos hacia la administración actual, lo que deja claro que la situación política de Petro es delicada.
Lo que agrava aún más el panorama para Petro es que los líderes de la oposición, especialmente aquellos vinculados al uribismo, están ganando terreno. En el ranking de líderes políticos con mejor imagen, Francisco "Fico" Gutiérrez, alcalde de Medellín y ex candidato presidencial, ocupa el primer lugar con un 54% de aprobación. Le siguen figuras como Álvaro Uribe, Iván Duque y María Fernanda Cabal, todos ellos con altos niveles de apoyo.
Este fortalecimiento del uribismo, junto con la caída de la imagen de Petro, ha obligado a la izquierda colombiana a comenzar a pensar en una candidatura menos vinculada directamente con el presidente. Los nombres que están comenzando a sonar con fuerza como posibles alternativas son María José Pizarro, Luis Gilberto Murillo y Camilo Romero, figuras del petrismo que podrían representar un cambio dentro del progresismo colombiano.
Sin embargo, los números de Petro muestran un panorama complicado, y la falta de una figura consolidada en la izquierda colombiana deja abierta la puerta para que nuevos nombres emerjan como candidatos competitivos. María José Pizarro, hija del ex guerrillero Carlos Pizarro, ha tenido un recorrido importante dentro del petrismo, pero su popularidad es aún limitada fuera de ese círculo. Luis Gilberto Murillo, por su parte, perdió visibilidad tras la crisis electoral en Venezuela, mientras que Camilo Romero, embajador en Buenos Aires, aunque menos conocido, tiene la oportunidad de construir una imagen positiva desde el inicio de su proceso político.
En conclusión, Gustavo Petro enfrenta una de las crisis más profundas de su presidencia, con una imagen negativa creciente y una gestión que no logra superar la desaprobación popular. A tan solo un año de las elecciones, el futuro político de Petro y su gobierno es incierto, y la oposición parece estar tomando la delantera.