Millonario financiamiento del USAID expone presunto fraude electoral en Brasil

USAID destinó millones de dólares a programas que, lejos de fomentar la democracia, habrían financiado la censura y la manipulación electoral en Brasil en 2022.

13-02-2025 - Por Crítica Argentina

¿Cómo una agencia de ayuda internacional terminó en el centro de una controversia electoral en América Latina? Esa es la pregunta que muchos se hacen tras revelarse que el USAID destinó millones de dólares a programas que, lejos de fomentar la democracia, habrían financiado la censura y la manipulación electoral en Brasil durante 2022.

En un informe reciente, se descubrió que la administración de Joe Biden canalizó fondos hacia grupos de izquierda en el Amazonas bajo la excusa de promover los derechos de los pueblos indígenas. Sin embargo, parte de esos fondos habrían terminado apoyando un esquema de fraude electoral que afectó directamente al proceso que llevó a Lula da Silva al poder.

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Persecución y censura: el rol del USAID en Brasil


El expresidente brasileño Jair Bolsonaro fue uno de los principales afectados por estas maniobras. Según Mike Benz, exoficial del Departamento de Estado de EE.UU., el USAID ejecutó una operación de censura que apuntó directamente contra Bolsonaro y su equipo de campaña. Las plataformas digitales del exmandatario y de sus seguidores fueron objeto de restricciones sistemáticas que limitaron su alcance durante el proceso electoral.

Los fondos también fueron dirigidos a ONGs como el Instituto Felipe Neto, que promueve la "educación en medios", pero que paradójicamente coincidió con la creciente censura a discursos críticos del gobierno de Lula. Mientras se financiaban iniciativas bajo la bandera de la libertad de expresión, la oposición política era silenciada en redes sociales y medios tradicionales.


Impacto político y social en Brasil


La influencia del USAID no se limitó al ámbito digital. Grupos activistas de izquierda en la región amazónica también recibieron apoyo económico, lo que incrementó su capacidad para moldear la opinión pública en favor de Lula da Silva. Tras la "victoria" del exconvicto en las elecciones de 2022, Biden felicitó rápidamente a su par brasileño, destacando la "transparencia" del proceso electoral, una afirmación que ha sido fuertemente cuestionada.

Desde que Lula asumió la presidencia, la economía de Brasil ha mostrado signos de fragilidad, agravando la desconfianza en el gobierno y las instituciones democráticas. La combinación de medidas económicas restrictivas y un entorno político polarizado ha generado un clima de incertidumbre en el país.


Corrupción disfrazada de democracia


El caso de Brasil no es un hecho aislado. Las investigaciones también señalan que el USAID ha financiado proyectos cuestionables en otros países, como una “ópera transgénero” en Serbia y programas relacionados con la creación del Coronavirus en Colombia. Estas revelaciones ponen en tela de juicio la verdadera naturaleza de los fondos destinados por la agencia estadounidense.

Mientras Elon Musk avanza con su cruzada para eliminar sectores ineficientes del gobierno estadounidense, el debate sobre el uso de fondos públicos por parte del USAID sigue creciendo. La situación en Brasil es solo un ejemplo más de cómo la ayuda internacional puede ser utilizada como herramienta de injerencia política.

El desenlace de esta historia aún está por escribirse, pero lo cierto es que la confianza en los procesos democráticos de la región ha quedado seriamente comprometida. ¿Será este el inicio de un cambio en la forma en que se gestionan los fondos internacionales? El tiempo lo dirá.