Una investigación de la Fundación Éforo revela que, entre 2008 y 2022, a pesar de la triplicación de las asignaciones familiares en Argentina, los recursos destinados no lograron cubrir el valor de la Canasta Básica Total ni revertir el crecimiento de la pobreza. Datos oficiales indican que, en ese período, el valor real del monto destinado por hijos e hijas fue un 20% menor en 2022 que en 2008, a precios constantes. Aproximadamente 6,8 millones de beneficiarios recibieron estas asignaciones en 2022, pero un 34% (3,6 millones) no obtuvo asignación familiar por hijo/a.
Según la investigación, este grupo excluido representa una variedad de personas, desde hogares de mayores ingresos hasta aquellos en situación de vulnerabilidad social que no son alcanzados por la política pública. La cobertura de las asignaciones familiares, que alcanza al 66% de los niños y adolescentes, no logra cubrir el costo completo de la Canasta Básica Total, lo que sugiere una brecha que requiere atención.
A pesar de los aumentos interanuales, el estudio destaca que, desde 2017, las asignaciones han perdido significativamente su poder adquisitivo. A modo de ejemplo, se menciona que, al mes de abril de 2023, el gobierno del Frente de Todos abonó 9.122.915 asignaciones por hijos e hijas, pero la Asignación Universal por Hijo (AUH) junto con la Tarjeta Alimentar apenas cubren el 23% de la Canasta Básica Total.
La investigación concluye que, si bien las asignaciones familiares son fundamentales para abordar los altos niveles de indigencia, no han logrado revertir el crecimiento de la pobreza, persistiendo una brecha entre los ingresos de los hogares y el costo de los bienes y servicios esenciales.