Alejandro Carrancio es un opaco abogado marplatense que no ejerce desde hace años su profesión. Luego de transitar sin éxito los pasillos de Tribunales, decidió dedicarse a la política. Entendió pronto que sus aptitudes para sobrevivir al sinuoso mundo de la actividad privada, eran escasas; y que su voluntad de trabajo era casi nula, ya que la profesión requiere de capacidad intelectual, preparación académica, esfuerzo personal y muchas ganas de resolver problemas a fuerza de inteligencia, técnica jurídica y dedicación.
Entonces, se sacó el traje y se puso los guantes blancos, armó un personaje afable y decidido, se calzó zapatillas y jeans y salió a recorrer unidades básicas peronistas. Al poco tiempo ya era un político más de Mar del Plata. Como en el tenis, donde empezó a jugar de grande, en la política también lo mataban a pelotazos en todas las canchas, y por eso fue pasando de un espacio al otro.
Del PJK de Amado Boudou al Frente Renovador, de allí a Cambiemos con Larreta, luego con Bullrich y ahora recaló LLA de Milei. Una vertiginosa y prolífica carrera a lo ancho de casi todo el arco político marplatense. En "La Feliz" lo conocen como el “Tweety Carrario” de la política local y es menos respetado que semáforo nocturno. Así y todo, es concejal en el municipio de General Pueyrredón y encabeza la lista de diputados de Milei en la Quinta sección bonaerense.
Pero lo más impactante de sus continuos métodos de transformación política se está viendo ahora, cuando ni siquiera ha sido electo diputado aún, y ya habría arreglado con la dirigencia seccional de UP a cambio de una suma de dinero similar a las ostentosas proporciones de su abdomen. Tal vez el proyecto dolarizador de Milei lo haya atrapado. La desesperación de Carrancio por los verdes billetes que promocionan la cara de Benjamin Franklin es conocida y temida por la militancia libertaria de la Quinta.
Es un secreto revelado por el mismísimo Carlos Kikuchi, mano derecha de los hermanos Karina y Javier Milei, que Carrancio les habría pedido entre 30 y 50 mil dólares por cabeza a los candidatos a concejales de varios distritos de la Quinta, entre los que se destaca el caso de María Laura Montenegro, que es candidata a concejal de Villa Gesell, ahora por Movimiento de Integración Federal (MIF), aunque hizo la campaña de LLA desde 2021.
Ahora, tras un fuerte acuerdo que habría tejido con los referentes de UP, a los que acudió en busca de ayuda para cuidar sus votos en las PASO, Carrancio se habría desinteresado de la militancia libertaria de la sección electoral que involucra a nada menos que 27 distritos ubicados en el Este, con la costa bonaerense como principal sede territorial. Así las cosas, serían muy pocos los candidatos a intendente de Milei que logran colarse al finísimo filtro de Carrancio sobre los fondos que llegan desde Buenos Aires y Mar del Plata.
Los más osados pero certeros observadores de la realidad libertaria, aseguran que “el gordo Carrancio es un baboso que solamente les banca locales, folletos a color, banners y otros elementos de propaganda electoral, a las referentes mujeres que logran seducirlo, tarea nada difícil por cierto, mientras que donde hay candidatos hombres, la cosa se dificulta muchísimo y terminan pagando todo de su bolsillo”.
Para resumir hay que decir que el primer candidato a diputado de Milei en la Quinta, no sólo sería un traidor que ya habría arreglado con UP para cornear al león, sino que usaría dinero libertario de la campaña del interior para satisfacer su más bajos instintos sexuales. Eso sin dejar de sumar la denuncia del propio Kikuchi por venta de candidaturas. Carrancio sería más casta que la casta.