¿Qué pasaría si la economía argentina volviera a tener estabilidad y crecimiento sostenidos, como en los años de la convertibilidad? Esa fue la idea que dejó flotando Domingo Cavallo en su nuevo análisis, publicado tras el triunfo de Javier Milei en las legislativas. Pero detrás de ese optimismo, el ex ministro lanzó duras críticas y una advertencia al Gobierno sobre el rumbo cambiario y monetario.
Según Cavallo, los próximos dos años podrían ser de estabilidad, reactivación y crecimiento, siempre que el Ejecutivo avance con reformas estructurales. El economista considera que la política actual sigue siendo “tan poco liberal como la vigente desde 2002”, y que sin cambios de fondo el país no podrá salir de su estancamiento.

El punto central de su análisis está en el uso del Fondo de Estabilización Cambiaria, un mecanismo que el Gobierno emplea para mantener el valor del peso frente al dólar. Cavallo ve esta estrategia como una contradicción: “Es una continuidad del intervencionismo con fondos del Tesoro americano, y a la vez un modo de mantener el cepo a las empresas”, afirmó. Para él, esa intervención contradice el objetivo de reducir el riesgo país y aleja a los inversores.
El ex ministro también cuestionó el enfoque económico de Javier Milei, al que calificó de “poco liberal” en los hechos, pese a su discurso de libre mercado. A su juicio, la administración actual todavía mantiene un esquema de control y restricciones que frena la confianza y limita el ingreso de capitales.
En su propuesta, Cavallo fue claro: eliminar todas las restricciones cambiarias, liberar el movimiento de capitales y otorgar curso legal al dólar. Con eso, sostiene, se lograría que las transacciones financieras tengan seguridad jurídica y que los inversores vuelvan a ver a la Argentina como un destino confiable.
Además, sugirió que el Congreso apruebe una ley que respalde esas medidas, tratada junto al Presupuesto 2026. Solo así, asegura, el país podría mostrar un entorno previsible, estable y con reglas claras.
Aun con sus críticas, Cavallo se mostró optimista. Cree que el resultado electoral le da al Gobierno margen para reencauzar el diálogo político y avanzar en una reorganización monetaria de fondo, con apoyo del Tesoro de Estados Unidos y del FMI. Su visión apunta a una economía basada en convertibilidad del peso y curso legal del dólar, un modelo que recuerda a los primeros años del menemismo.
El exministro cerró su texto con una comparación directa con su gestión de los ’90: si las reformas avanzan, “en 2026 podrían lograrse resultados similares a los de 1991”, con inflación en baja y crecimiento sostenido.
¿Será posible repetir esa historia? Esa es la gran incógnita que Cavallo dejó abierta, mientras el Gobierno de Javier Milei define si dará el paso hacia un nuevo orden monetario o seguirá atrapado en el mismo dilema de los últimos veinte años.