El período ordinario 2024 en el Congreso de la Nación llega a su fin, y las negociaciones por el Presupuesto 2025 quedaron congeladas por profundas diferencias entre el oficialismo, los gobernadores y bloques aliados como el PRO. Desde el Gobierno, el diputado José Luis Espert confirmó el estancamiento en una conferencia breve pero firme, insistiendo en buscar consensos para su aprobación.
La falta de avances llevó al oficialismo a considerar un llamado a sesiones extraordinarias, aunque limitado al debate presupuestario. Sin embargo, esta propuesta genera rechazo en sectores opositores, que buscan incluir otros temas en la agenda.
Además del Presupuesto, una decena de iniciativas quedarán para el próximo año, incluyendo la privatización de Aerolíneas Argentinas, la Ley de Hojarasca y reformas en defensa del consumidor. Entre los proyectos más controvertidos, destacan la Ley Antimafias y Ficha Limpia, ambos con dificultades para obtener quórum por el desgaste político reciente.
En el Senado, persisten dudas sobre la apertura del recinto para discutir estos temas. El temor del oficialismo es que sectores opositores refloten el decreto 846/24 de canje de deuda externa, exponiendo fracturas internas y posibles retrocesos en medidas clave.
La próxima semana definirá si algunos proyectos logran avanzar o si el Congreso cerrará sin mayores consensos. La falta de acuerdos en temas cruciales como el presupuesto y la legislación anticorrupción refleja un panorama político fragmentado de cara a 2025.
En paralelo, se mantienen en suspenso iniciativas como juicio por jurado, modificaciones al régimen de cooperativas y pliegos de la Corte Suprema. La incertidumbre marca un cierre legislativo que deja más preguntas que respuestas sobre el rumbo político del país.
