¿Qué va a pasar con los casi 6.000 kilómetros de rutas que hoy administra Corredores Viales Sociedad Anónima? El Gobierno ya puso fecha para el cambio: avanza firme en un plan de privatización que podría modificar para siempre cómo se mantienen y gestionan las principales autopistas del país. Pero eso no es todo. El plan incluye el cierre de la Dirección Nacional de Vialidad, y acá te contamos qué significa eso, quién se queda con las rutas y qué impacto puede tener.
Según datos oficiales, Corredores Viales registró pérdidas por más de $142.000 millones en 2023. El presidente Javier Milei busca recortar el gasto público, y por eso planea “dar de baja el CUIT” de la empresa una vez que las concesiones estén adjudicadas. La idea es reemplazar este esquema estatal por contratos con empresas privadas.
Aunque la empresa cerró el primer semestre del año con un superávit de $5.200 millones, esto no cambió los planes del Gobierno: Corredores Viales Sociedad Anónima es una de las tres firmas públicas incluidas en la Ley Bases como sujetas a privatización.
El plan se estructura en tres etapas que, en total, abarcan 9.342 kilómetros. Este tramo representa apenas el 20% de toda la red vial nacional, pero concentra el 80% del tránsito del país. En otras palabras, son las rutas más utilizadas.
El nuevo modelo de concesión por peaje prevé tarifas tope, lo que significa que las empresas no podrán aumentar los valores libremente. Además, tendrán que cumplir ciertas condiciones para garantizar rutas seguras: bache cero, buena señalización, iluminación y banquinas en condiciones. Hasta que eso no se cumpla, no se podrán subir los precios.
El objetivo oficial es claro: bajar el gasto del Estado. Se estima que este nuevo sistema de concesiones permitirá ahorrar USD 6.100 millones en el mediano plazo y atraer inversiones privadas por miles de millones de dólares.
Lo que todavía no está claro es cómo va a impactar esto en el bolsillo de los usuarios y en la calidad del servicio. Pero una cosa es segura: las rutas que conocés están por cambiar de manos. Y vos, ¿ya sabés quién las va a manejar?