¿Por qué cerraron la Dirección Nacional de Vialidad?

¿Qué hay detrás del cierre de Vialidad Nacional que anunció el Gobierno de Javier Milei? La medida no solo sorprendió, también abrió una discusión.

08-07-2025 - Por Crítica Argentina

¿Qué hay detrás del cierre de Vialidad Nacional que anunció el Gobierno de Javier Milei? La medida no solo sorprendió, también abrió una discusión que viene de larga data: ¿qué pasaba realmente adentro de ese organismo? Y, sobre todo, ¿por qué se lo asocia con la corrupción K? En esta nota te lo contamos todo, sin vueltas.


¿Qué es la Dirección Nacional de Vialidad y por qué se cerró?


La Dirección Nacional de Vialidad (DNV) nació en 1932 para encargarse de construir y mantener las rutas nacionales. En sus buenos tiempos, fue clave para conectar al país. Pero con el paso de los años, fue perdiendo eficiencia, creciendo en estructura, y generando más gastos que soluciones.

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Según lo explicó el Gobierno, el motivo del cierre de Vialidad Nacional fue claro: demasiada burocracia, muchos empleados sin tareas claras, y un sistema que no funcionaba. Además, había superposición de funciones con otros organismos como la Secretaría de Transporte.

Pero lo más grave no es eso. Lo que terminó de marcar la suerte de la DNV fue su vínculo con casos de corrupción durante los gobiernos kirchneristas.


El caso que destapó todo


El escándalo más conocido fue la Causa Vialidad, donde la Justicia probó que entre 2003 y 2015 se direccionaron contratos millonarios de obra pública a favor de empresas como el Grupo Austral, propiedad de Lázaro Báez, empresario cercano al kirchnerismo.

Este caso terminó con una condena firme a Cristina Fernández de Kirchner por administración fraudulenta. Fue la prueba más fuerte de cómo se usó Vialidad Nacional para favorecer a "amigos del poder" y mover millones de pesos sin control.


Qué cambia ahora


El Gobierno de Milei decidió cerrar definitivamente la Dirección de Vialidad mediante un decreto presidencial. Esta decisión forma parte del plan de reorganización del Estado que impulsa el Ministerio de Desregulación y Transformación, a cargo de Federico Sturzenegger.

¿Y entonces? Las funciones que tenía la DNV pasarán al Ministerio de Economía, y las obras de rutas se licitarán a empresas privadas. El control lo hará un nuevo organismo: la Agencia de Control de Concesiones y Servicios Públicos de Transporte.


Una señal clara del Gobierno


Con esta movida, el oficialismo busca mostrar que va en serio con la reducción del gasto público y la lucha contra la corrupción. También manda una señal fuerte: los organismos que no funcionan, o que fueron usados para fines políticos, ya no tienen lugar.

 

El cierre de Vialidad Nacional marca el final de una etapa, pero también el inicio de otra. ¿Funcionará este nuevo esquema? ¿Será más transparente? Las próximas semanas serán clave para ver si el cambio es solo simbólico o realmente mejora la gestión.