Elisa Carrió ganó el juicio que le había iniciado Aníbal Fernández, quien la demandó por acusarlo de estar vinculado con el narcotráfico. La Justicia falló a favor de la ex diputada aplicando la “inmunidad de expresión” que tenía en su cargo público al momento de realizar las declaraciones.
El ex ministro presentó la demanda alegando que había sido víctima de una “desacreditación pública” y que se le imputaron “hechos y acciones de extrema gravedad” basados en lo que consideraba mentiras. Entre las pruebas que Fernández llevó a los tribunales se encontraban frases como “Aníbal Fernández se encuentra ligado con las mafias del narcotráfico” y “grupos mafiosos solventan los gastos de los partidos políticos en la Provincia de Buenos Aires”.
El proceso judicial duró más de 12 años y finalmente concluyó con una derrota para Aníbal Fernández, quien además deberá cubrir los costos del juicio. La decisión judicial subrayó que las declaraciones de Carrió se enmarcaban dentro de su derecho a la libertad de expresión como funcionaria pública.