La estrategia de Sergio Massa de intervenir el Banco Central bajo la dirección de Miguel Ángel Pesce para operar en el mercado cambiario y contener el aumento del dólar trajo consecuencias devastadoras para la economía argentina.
La mayor pérdida de reservas internacionales ocurrió durante la campaña electoral de 2023, cuando el entonces candidato presidencial no dudó en emplear miles de millones de dólares para "planchar" el tipo de cambio libre, intentando evitar una crisis económica durante su gestión.
En mayo de 2023, con una estrategia más agresiva, el BCRA comenzó a comprar bonos en el mercado, utilizando reservas para bajar las paridades implícitas y reducir las brechas. Según fuentes del Banco Central, esta intervención fue "a pedido de Massa".
A pesar de estos esfuerzos, Massa gastó 7.000 millones de dólares en un intento fallido por mantener bajo el precio del dólar durante las elecciones, dejando al país con un dólar que llegó a 1.250 pesos. Esta política no solo resultó en el agotamiento de las reservas del Banco Central, sino que también dejó al gobierno de Javier Milei con reservas negativas de 10.000 millones de dólares.
Debido a esta arriesgada maniobra, el FMI impuso una cláusula en un acuerdo, prohibiendo explícitamente esta forma de intervención por parte del Banco Central. Massa había advertido que usaría "todas las herramientas del Estado" para ordenar la situación, y mencionó que recurriría a "la Justicia Penal económica" para investigar ciertas conductas y a la UIF y a la CNV para analizar posibles casos de lavado de dinero.
Las amenazas de Massa para intervenir el mercado se intensificaron a través de Cecilia Moreau, una dirigente de su círculo cercano. "Algunos jugadores del mercado solo conocen al Massa que trabaja 16 horas por día y dialoga con todos, pero me parece que de acá al viernes van a descubrir al que conocemos en la política, que cuando se cansa de que lo quieran engañar, pelea con todo lo que tiene", advirtió la expresidenta de la Cámara de Diputados.
La situación alcanzó tal nivel de tensión que Massa no solo vació el Banco Central, sino que también recurrió a detenciones y allanamientos en su intento de "bajar el dólar". "Esta vez me aseguraré de que no escape y de que vaya a prisión", amenazó el exministro de Economía, conocido en el ámbito económico como "el Rey de los Cueveros".
La advertencia de Massa coincidió con una serie de allanamientos realizados por efectivos de la Policía Federal, la AFIP y la Aduana en locales ubicados en la avenida Corrientes y la calle Florida, en un momento en que el dólar blue alcanzaba récords históricos, llegando a tocar los 1.050 pesos. Aunque Massa declaró que se trataba de "4 o 5 vivos", reveló a sus allegados que se le "escapó" a Uruguay quien denominó como "el jefe" de las cuevas.
Los allanamientos, llevados a cabo con la participación de inspectores de la AFIP en varias empresas dedicadas al comercio del dólar blue y otros servicios financieros, tenían como objetivo frenar las operaciones en el mercado informal de divisas. Según la AFIP, las tareas de fiscalización continuaron durante toda la jornada, con la colaboración de agentes del organismo y de la Dirección General de Aduanas.