En Formosa, el diputado nacional de la Unión Cívica Radical, Fernando Carabajal tiene entre ceja y ceja la obsesión por ganar la gobernación de Formosa y, además quiere quitar del terreno de juego por la vía legal y judicial al varias veces reelecto, el veterinario mata perros Gildo Insfrán.
El rústico y millonario gobernador formoseño, muy conocido a nivel nacional por sus actitudes autoritarias y feudales, propias de un propietario de estancia de un siglo atrás, podría quedar inhabilitado de presentarse como candidato a gobernador el próximo 25 de junio si prospera una acción judicial presentada por el legislador.
Esta acción comprende el pedido de aplicación de una medida cautelar de suspensión de la candidatura de Gildo, hasta tanto se resuelva la cuestión de fondo, que es el análisis por parte de la Corte Nacional del embrollo de la Constitución provincial que permite reelecciones indefinidas.
Con el envión anímico que a la oposición le suministró la Justicia Nacional -y sus fallos que suspendieron comicios en San Juan y Tucumán para Gobernador- Carabajal tomó fuerzas como para presentar una acción declarativa de inconstitucionalidad y una medida cautelar, para prohibir una nueva reelección del hombre fuerte de esa provincia, donde gobierna desde hace 20 años.
El legislador opositor y varios dirigentes opositores, encontraron argumentos contra Insfrán, tras la decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que obligó a Juan Manzur a no insistir con ir por el puesto de vicegobernador en Tucumán y a Sergio Uñac de tratar de gobernar otro período en San Juan.
Carabajal y su equipo asesor, entienden que existe un vacío legal en el artículo 132 de la Constitución provincial, "cuya ambigüedad permitiría 'la reelección indefinida' de Insfrán, lo cual constituye una clara contraposición al espíritu de la Constitución Nacional que, en sus artículos. 1, 5 y 123, recepta para el pueblo de la Nación Argentina, los principios Republicanos de Gobierno y temporalidad en el poder".
Fue por ese motivo que el dirigente del centenario partido, solicitó que "se declare la inconstitucionalidad del artículo de mención y se inhabilite e impugne a todo aquel que pretenda perpetuarse en el poder, a expensas y en perjuicio del pueblo formoseño".
Insfrán, entre otras cuestiones, es famoso por su política de clientelismo en toda la provincia y de superpoblar al Estado formoseño con empleados públicos, sin sustento alguno para financiar, salvo la mágica coparticipación de la que vive hace muchos años.
También tuvo varios episodios lamentables en la etapa del aislamiento social preventivo y obligatorio, durante la pandemia del COVID, cerrando comercios –la mayoría de propiedad de opositores- y evitando la actividad económica y social de los formoseños.