La contundente victoria de Trump el 5 de noviembre ha desatado un alza global en los mercados bursátiles. Inversores llenaron el vacío de expectativas con proyecciones de menor burocracia y reducción de impuestos, dando un impulso del 2.4% a las acciones globales en relación con el día de la elección.
Curiosamente, sectores opuestos como los autos eléctricos de Tesla y las empresas de petróleo registraron aumentos. Las políticas de Trump han generado optimismo tanto en compañías estadounidenses como en mexicanas, a pesar de su retórica proteccionista. China y otros mercados asiáticos también tuvieron alzas significativas.
En paralelo, Alemania enfrenta una crisis política y Japón se encuentra en incertidumbre electoral. Estados Unidos se destaca en este contexto, mientras que su mercado interno podría beneficiar a empresas nacionales ante un posible incremento en aranceles.
El índice Russell 2000, que sigue a empresas más pequeñas, subió 6.1%, superando al S&P 500. Estas compañías, con menor exposición al comercio global, podrían beneficiarse de una desregulación que facilite su crecimiento en el mercado local.
Tesla, con un aumento del 28% en sus acciones, añade 40,000 millones a la fortuna de Elon Musk. Sin embargo, la posible eliminación de las normas de emisión plantea una incógnita para su flujo de ingresos provenientes de créditos.
Por otro lado, la empresa matriz de la red social Truth Social cerró la semana con pérdidas, mostrando que ni la influencia presidencial puede sostener un negocio sin bases sólidas.