La asfixia erótica, una práctica común en los jóvenes: los peligros de ponerlo en juego

28-05-2024 - Por Crítica Argentina

La asfixia erótica, una práctica común en los jóvenes: los peligros de ponerlo en juego

Una muerte en el Reino Unido puso la lupa sobre una práctica sexual que resulta más que riesgosa. Hace unos días, se supo la conclusión del caso de Georgia Brooke, una bailarina que falleció tras ser asfixiada por su pareja mientras tenían relaciones.

Según informaron medios locales, los investigadores determinaron que el deceso ocurrió en medio de una noche de drogas y sexo en febrero de 2022. El tribunal en cuestión señaló que la joven tenía un interés por "asfixiarse", por lo que se trató de un acto consentido, pero no menos peligroso.

Uno de los forenses que trabajó en el caso dijo que estas prácticas sexuales son "peligrosas e imprudentes", por lo que opinó que este hecho debe enviar un “fuerte mensaje disuasivo a quienes participan en tales prácticas”.

La conmoción de Luke Cannon, su pareja, fue tal al darse cuenta de que su novia estaba muerta que escapó del hospital en donde se encontraba y fue hallado sin vida en las cercanías. La investigación reveló que el hombre se suicidó debido a su estado, que era "inconsolable".


¿Qué es la asfixia erótica?


La asfixia erótica, también conocida como hipoxifilia o asfixiofilia, consiste en brindar o recibir placer mediante la interrupción temporal de la respiración durante las relaciones sexuales. Para esto, se suelen usar las manos o elementos externos, lo que presenta diversos riesgos para las personas que llevan a cabo este método.

En cuanto a los riesgos, se presentan distintos casos que pueden llevar a un desenlace fatal, como ocurrió en el Reino Unido. Por ejemplo, la falta de oxígeno es el principal problema que puede generar, ya que la obstrucción de las vías respiratorias resulta en la reducción del flujo de oxígeno a distintos órganos vitales.

Además, esta práctica puede provocar pérdida de conciencia o desmayos por el mismo hecho. En este mismo contexto, la asfixia erótica puede ejercer una presión excesiva sobre el cuello o la cabeza, lo que puede causar lesiones físicas, como fracturas o daño a los tejidos.

Expertos señalan que también hay un componente psicológico en esta práctica, ya que aseguran que pueden surgir sentimientos posteriores como la vergüenza, culpa o angustia.


Un tabú juvenil


Con el porno online, el sexo se ha vuelto más violento entre jóvenes y adolescentes” Una de las principales investigadoras sobre el comportamiento sexual en Estados Unidos, Debby Herbenick, notó un rápido aumento de esta práctica entre los jóvenes de su país.

Esto es muy preocupante”, dijo en diálogo con BBC Mundo la académica de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Indiana y autora de cinco libros y más de 200 investigaciones.

En un estudio a nivel nacional, Herbenick y su equipo constataron que un 40% de las mujeres estadounidenses entre 18 y 24 años han sido asfixiadas durante una relación sexual.

Y en un estudio centrado específicamente en jóvenes universitarios (que cursan sus primeros años de estudios), un 42% informó haber sido asfixiado en un encuentro sexual.

Uno de los hallazgos más reveladores de ese estudio es que, en el caso de las mujeres universitarias, casi un 60% reconoció haber sido asfixiada. Esta práctica solía ser poco común, relata Herbenick, pero esto ya no es así.

Con el porno online, el sexo se ha vuelto más violento entre jóvenes y adolescentes”, dice la experta. La asfixia erótica forma parte de la pornografía, explica Herbenick, pero también está en redes sociales como TikTok, Instagram y Snapchat, y hasta en las letras de las canciones.

Sin embargo, por la manera en que funcionan los algoritmos en internet, es muy probable que los adultos mayores no vean estos contenidos en sus redes sociales. Eso hace que se vuelvan invisibles, explica, pero ciertamente están ahí para los jóvenes.

No es que antes no existiera la pornografía, pero ahora es muy fácil acceder a esos contenidos”, comenta la investigadora. El año pasado se difundió un informe que mostraba que la edad promedio de acceso de los niños a la pornografía es de 12 años.

Es cierto que algunos llegan a eso de manera accidental, pero otros lo buscan”, agrega la autora del libro “Yes, your kid: What Parents Need to Know About Today's Teens and Sex” (“Sí, tus hijos: lo que los padres necesitan saber sobre los adolescentes y el sexo de hoy”).

Herbenick asegura que el sexo con violencia no era una práctica habitual hace 20 años. “La generación anterior no creció con teléfonos inteligentes, ni redes sociales, ni compartiendo fotos de desnudos”.

La experta señala que en el pasado la asfixia erótica solía practicarla un grupo reducido de personas para aumentar el placer sexual.

Pero ahora, muchos jóvenes la practican porque asumen que es lo más común, y que si todos los demás lo hacen, ellos también tienen que hacerlo. “Les guste o no, creen que así es el sexo”, señala Herbenick.