¿Qué pasó en el Senado para que estalle la polémica por el aumento de las dietas? La respuesta no es tan simple como parece y deja abierta una discusión que todavía sigue.
Durante una semana cargada de tensiones en el Congreso, los senadores nacionales aprobaron un incremento que llevará sus sueldos a más de 10,2 millones de pesos brutos mensuales desde noviembre. La medida no tardó en generar un fuerte rechazo del presidente Javier Milei, que volvió a apuntar contra lo que denomina “la casta política”.
EL CINISMO DEL SENADO
— Javier Milei (@JMilei) August 22, 2025
El mismo día que los honorables senadores votan leyes para destruir el programa económico que van a empobrecer a los argentinos se vuelven a aumentar el sueldo una vez, como han hecho a lo largo de todo el año, escupiendo en la cara de los argentinos que… https://t.co/tCbIGnJ2Q7
El aumento no fue votado directamente en el recinto, sino que surge de un acuerdo paritario entre la Asociación del Personal Legislativo (APL) y las autoridades del Congreso. Ese convenio impacta de forma automática en los ingresos de los legisladores, ya que sus haberes están atados a los mismos módulos que perciben los empleados parlamentarios.
El esquema aprobado en abril de 2024 establece que cada senador cobra 2.500 módulos básicos, 1.000 por gastos de representación y 500 por desarraigo. A eso se suma un plus anual equivalente al aguinaldo, lo que en la práctica se traduce en trece pagos por año.
Con la actualización que se aplica de junio a noviembre, el valor del módulo pasa a $2.554. Multiplicado por los 4.000 módulos que forman la dieta, el salario bruto supera los 10,2 millones de pesos mensuales.
El anuncio generó un cimbronazo en medio del debate por los decretos del Ejecutivo. Desde sus redes, Milei fue tajante:
“El mismo día que los honorables senadores votan leyes para destruir el programa económico, se vuelven a aumentar el sueldo una vez más… Una vergüenza que esperemos en octubre se termine”.
La vicepresidenta Victoria Villarruel, en su rol de presidenta del Senado, había firmado en junio una resolución que habilitaba a cada legislador a decidir si aceptaba o no los incrementos. Algunos referentes de La Libertad Avanza, el PRO y la UCR renunciaron a parte de sus haberes, mientras que la mayoría de los bloques opositores mantuvo el esquema vigente.
El acuerdo salarial incluye:
Subas del 1,3% en junio, julio y agosto.
Un bono de $25.000 en cada uno de esos meses.
Subas del 1,2% en septiembre, octubre y noviembre.
Un bono de $20.000 en cada mes del último trimestre.
El entendimiento fue firmado por el titular de la APL, Norberto Di Próspero, quien mantiene relación tanto con Villarruel como con el presidente de Diputados, Martín Menem.
La discusión por las dietas no cierra acá. Mientras el oficialismo busca instalar la idea de austeridad, el Congreso sigue atado a un mecanismo de actualización automática que cada vez que se aplica reabre la polémica. Y la pregunta de fondo queda abierta: ¿puede sostenerse este sistema en un contexto económico tan delicado?