* Por Ricardo Marazzi, candidato a diputado bonaerense de LLA.
* Lic en Ciencias Penales y Sociales. Diplomado en Seguridad DDHH y Res. De Conflictos. Instituto Universitario de la Policía Federal Argentina.
Más allá de la dependencia funcional, no es el responsable de Seguridad sino el protegido, quien decide los límites que pone a quienes lo rodean y hasta los policías que trabajan allí.
Raul Alfonsín, en el atentado de 1991, fue protegido por el cuerpo de su custodio, pero no retirado del lugar porque se negó. Y luego de un rato continuó su discurso.
Jerry Parr, el hombre que salvó la vida de Ronald Reagan, sostenía que "lo que más le molesta al Servicio Secreto es cuando el Presidente o el Vicepresidente se acercan al público o cuando cambian lo planificado”.
La principal característica que debe tener un agente de seguridad personal, especialista en protección, guardaespaldas o "consultor" es el profesionalismo.
Un protector no es el pistolero del custodiado, no puede salir a la calle intimidando personas, exhibiendo armas o disparando, invadiendo carriles en avenidas, ni haciendo alarde de valentía. Sólo debe hacer uso de la fuerza como recurso extremo.
Los verdaderos profesionales de la seguridad, apelan a ésta como solución a casos realmente extremos. La seguridad debe prevenir atentados, intentos de asesinato, robos, secuestros, agresiones o desmoralización, evitar cualquier accidente, situación embarazosa o contrariedades.
Es por ello que la nueva comitiva de seguridad debe diseñar una nueva planificación, consensuado con el custodiado (Milei), lo que lleva días, para luego poder salir al encuentro del público.
Por eso, hay que saber que Milei está bien, que solo hay cambio de custodios, que siempre deben cambiar para su mayor protección, y que lleva días planificar la seguridad del principal candidato presidencial del país.