Hay una pregunta que muchos se hicieron después de la cumbre del Mercosur: ¿qué quiso decir Javier Milei cuando habló de “romper con un modelo agotado”? La respuesta no está solo en una frase fuerte, sino en una idea que atraviesa todo su mensaje y que define el rumbo que propone para la región. Ese es el punto clave que vamos a desarmar acá.
El presidente argentino dio un discurso directo, sin vueltas, en el que planteó que el Mercosur está frente a una decisión simple pero decisiva: cambiar de fondo o seguir perdiendo tiempo. Para Javier Milei, las instituciones no se miden por sus buenas intenciones, sino por los resultados que logran. Y, según su mirada, el bloque regional hoy no cumple con lo que prometió.
Desde el inicio, Milei marcó el tono. Dio la bienvenida a Bolivia y felicitó a Chile por su proceso democrático, pero rápidamente fue al centro del debate. Señaló que el Mercosur no logró consolidar un verdadero mercado común: no hay libre circulación plena, no existe una coordinación macroeconómica real y las normas siguen siendo un obstáculo para el comercio. En ese contexto, apuntó contra una estructura que definió como burocrática, costosa e ineficiente.
Uno de los datos políticos más fuertes fue su crítica al bajo nivel de comercio entre los países del bloque. Para el Presidente, esto demuestra que el sistema actual no funciona. Por eso reclamó un arancel externo común más simple, moderno y competitivo, y propuso avanzar en reformas estructurales que reduzcan costos y faciliten el intercambio. La idea central es clara: la integración debe servir para comerciar más y mejor, no para sostener oficinas y regulaciones.
En línea con esa visión, Milei defendió la flexibilidad como una ventaja. Dijo que permitir acuerdos y adaptaciones no debilita al Mercosur, sino que lo fortalece frente a un mundo que avanza rápido. Como ejemplo de la lentitud del bloque, mencionó el acuerdo con la Unión Europea, que lleva décadas de negociación sin resultados concretos.
El discurso también tuvo un fuerte contenido político. Milei calificó al gobierno de Nicolás Maduro como una dictadura venezolana “atroz e inhumana” y advirtió que su permanencia es un problema para toda la región. Exigió la liberación de los presos políticos y reclamó respeto por la voluntad del pueblo venezolano. Además, llamó a reforzar la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, que no reconoce fronteras.
Sobre el cierre, el Presidente reiteró el reclamo argentino por la soberanía de las Islas Malvinas y pidió el apoyo explícito del Mercosur. Finalmente, dejó una definición que resume todo su mensaje: el proteccionismo y la burocracia llevaron al estancamiento. Para Javier Milei, el Mercosur debe cambiar o corre el riesgo de convertirse en un obstáculo para el futuro, en lugar de una herramienta de crecimiento.