¿Puede un gobierno cumplir un contrato moral con toda la población mientras encara la economía más complicada de los últimos años? Javier Milei asegura que sí, y su plan tiene varios frentes abiertos que prometen cambios concretos en la Argentina.
El presidente Javier Milei reafirmó su compromiso con el “contrato moral” que selló en campaña. En una charla con Gabriel Anello por Radio Mitre, dejó claro que todo lo que prometió lo está llevando adelante: “Dije que iba a bajar la inflación y lo hice”, aseguró, mientras le obsequiaba al periodista la “gorra presidencial oficial”, símbolo de cercanía con la ciudadanía.
En el plano internacional, Milei destacó el acuerdo alcanzado con el Tesoro norteamericano, liderado por Scott Bessent, a quien comparó con Lionel Messi por su capacidad de entender la raíz de los problemas. Según el mandatario, la operación financiera con Washington se organiza en tres bloques: un swap para dar liquidez, la posibilidad de adquirir títulos en el mercado secundario y repartir ganancias, y la opción de comprar deuda en el mercado primario.
El Presidente también habló de la salida del cepo y de la limpieza del pasivo del BCRA: “Toto Caputo me decía que era exagerado, pero armamos una muralla para proteger la economía de los argentinos”, explicó, subrayando el papel clave de su ministro de Economía en esta estrategia de blindaje financiero.
Mirando hacia el escenario internacional, Milei anticipó una reunión “muy importante” con Donald Trump en la Casa Blanca a mediados de mes. “Se vienen cosas buenas”, prometió, reforzando la proyección global de la Argentina bajo su gobierno.
En lo interno, el año electoral no pasa desapercibido: calificó al clima político como “un infierno” por la hostilidad de sectores opositores. Aun así, remarcó avances en gobernabilidad: “Nos juntamos con Mauricio Macri. Vamos construyendo la base para las reformas estructurales. La pirotecnia electoral hace que parezca que el proceso está más empatado de lo que en verdad fluye”.
Sobre la situación social, reconoció que “hay un 31% de pobres, un número enorme y aberrante, resultado de 100 años de decadencia”. Frente a este panorama, proyectó su visión de largo plazo: “Si seguimos con este programa, en 10 años seremos España y en 20 Alemania”.
Finalmente, Milei reafirmó su objetivo de controlar la inflación en el corto plazo: “Estamos seguros de que a mitad del año que viene la inflación va a desaparecer”, aunque advirtió que factores externos podrían alterar el cronograma.
Con un “contrato moral” firme, acuerdos internacionales estratégicos y un plan económico a largo plazo, Javier Milei busca no solo sostener sus promesas, sino dejar un legado que transforme la economía y la sociedad argentina. Pero queda una pregunta abierta: ¿logrará cumplirlo antes de que los próximos desafíos lo pongan a prueba?