El Gobierno de Javier Milei retiró un mural de Néstor Kirchner ubicado en la entrada del Correo Argentino en Retiro, Ciudad de Buenos Aires. Esta acción se enmarca en un plan para eliminar símbolos partidarios de dependencias estatales y garantizar la neutralidad en los espacios públicos.
Lisandro Catalán, vicejefe de Gabinete del Interior, explicó que estas medidas responden a la idea de que los edificios públicos representan a todos los argentinos, no a una facción política. "Estamos removiendo propaganda política para garantizar la libertad de pensamiento", afirmó en sus redes sociales.
El mural de Kirchner fue cubierto pocos días después de que se retirara un busto del exmandatario de una oficina de la ANSeS y de la eliminación de imágenes de Eva Perón en otras dependencias gubernamentales, como parte de un reordenamiento anunciado por el Ministerio de Capital Humano.
La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, aseguró que estas acciones buscan respetar la diversidad de pensamientos y evitar la propaganda política en instituciones públicas. Por su parte, sectores del kirchnerismo criticaron la medida, calificándola como un intento de borrar símbolos de su movimiento.
El subsecretario de Prensa nacional, Javier Lanari, respaldó la iniciativa al afirmar que los edificios públicos no deben homenajear a personas condenadas por corrupción. Además, destacó que estos cambios son parte de un proceso de reestructuración del espacio público iniciado por el Gobierno de Milei.
La polémica también incluye la decisión de eliminar la jubilación de privilegio de Cristina Kirchner y la pensión de su esposo fallecido, medidas justificadas por su condena judicial. Estas acciones subrayan el objetivo del Ejecutivo de priorizar la neutralidad y la transparencia en el ámbito estatal.