¿Por qué la muerte de una boxeadora retirada emociona tanto a un presidente? ¿Qué la unía a él? ¿Y por qué Locomotora Oliveras dejó una marca tan profunda, incluso fuera del ring? La respuesta sorprende y toca fibras muy personales.
Este lunes, a través de su cuenta de Instagram, Javier Milei publicó un mensaje breve pero cargado de emoción: “Adiós Locomotora…”. El texto acompañaba una foto de él abrazado con Alejandra “Locomotora” Oliveras, quien falleció a los 47 años. Las redes estallaron. No solo porque se fue una campeona del boxeo, sino porque se fue alguien que representaba mucho más.
Oliveras no fue solo una gran boxeadora. Fue cinco veces campeona mundial y una referente de coraje, mérito y superación. En sus últimos años, se mostró muy cercana al actual presidente. Desde 2021, acompañó a Milei en varias actividades políticas, incluso antes de que llegara a la Casa Rosada. En una clase pública en Parque Saavedra, le regaló unos guantes de boxeo y dijo frente a todos: "Tiene que ser nuestro próximo presidente". No fue un gesto más: fue el inicio de un vínculo público, firme y muy visible en redes.
El posteo de Milei generó una avalancha de respuestas en Instagram y X. Muchos de sus seguidores recordaron el apoyo incondicional de Oliveras, su energía y la forma en que defendía los valores que el presidente hoy proclama: esfuerzo, disciplina, mérito. La frase “Adiós Locomotora…” no fue solo un adiós personal, sino el cierre de una historia compartida que arrancó en plena campaña.
Días antes, Oliveras había sido internada de urgencia. Según trascendió, sufrió un ACV producto de hipertensión no tratada y el uso prolongado de anabólicos. El daño fue irreversible. Su fallecimiento deja una fuerte tristeza en el ambiente del deporte y en quienes la seguían por su lucha constante, incluso fuera del box.
Locomotora Oliveras se convirtió en símbolo de algo que va más allá del deporte. Era una figura querida, frontal, intensa. En cada entrevista, en cada historia de redes, transmitía fuerza y pasión. Su fallecimiento no solo duele por lo que fue en el ring, sino por lo que inspiró en la vida.
La historia entre Milei y la Locomotora era real, cercana, sin vueltas. Y por eso, su muerte no pasó desapercibida. Porque cuando alguien representa la pelea diaria, como lo hacía Oliveras, su partida conmueve. Y queda en la memoria colectiva, como esas luchas que nunca se olvidan.