Finalmente se develó el misterio que preocupaba a muchos en el oficialismo provincial de Unión por la Patria y tiene que ver con la convocatoria a elecciones generales en territorio bonaerense.
El gobernador bonaerense Axel Kicillof esperaba a que se resolviera la fórmula presidencial en el escenario nacional, para empezar a mostrar sus cartas sobre la mesa. Tras conocerse la postulación de Sergio Massa, el mandatario decidió no desdoblar las elecciones provinciales de las nacionales y ambas categorías se votarán juntas el próximo domingo 22 de octubre 2023.
¿Esto es porque Massa es santo de su devoción? La respuesta es negativa. Basta con ver archivos de la historia reciente donde Axel decía cosas irreproducibles sobre Sergio, destacándose para el acervo de la cultura popular su frase “el forro de Massa”, que suelen reproducir medios no tan amigos del kirchnerismo.
Obviamente que la elección ha sido de carácter estratégico y tiene que ver con la propia supervivencia de Kicillof si quiere mantenerse en el poder por cuatro años más. Por más apego y coincidencias que tenga con el frustrado candidato Wado De Pedro, todo vale a la hora de servirse de un candidato que le genere fidelidad y sobre todo el “efecto arrastre” en toda la tira de candidaturas.
De otra manera, la ecuación no cerraba para nada. Esto es porque las encuestas no son ciencias exactas y, en consecuencia, nada garantizaba que el famoso 35 por ciento de intención de voto de Kicillof, se puediera plasmar en las urnas con el nombre del ministro del Interior a la cabeza de la boleta presidencial, quien peleaba para no bajar del tercer puesto en algunos distritos.
Se cumple así una tradición en materia de política electoral y se respeta el principio por el cual la Provincia no abandona al gobierno nacional, máxime si aquella está gobernada por el partido del mismo color político.
El desdoblamiento y la garantía de un mejor resultado para un oficialismo provincial está por verse y no hay nada que nos acerque a la evidencia de lo que seguirá siendo una hipótesis.
María Eugenia Vidal en su momento, y ahora Kicillof, han fantaseado con el desdoblamiento como receta de triunfo, pero su comprobación empírica quedará para futuras ocasiones o como objeto de estudio de algún trabajo de ciencias políticas.
El último desdoblamiento de hecho, a raíz de un cronograma inusual post 2001, fue la elección a gobernador en 2003. Aún así, también se votaba la categoría de legisladores nacionales, con lo cual la posibilidad de poner en agenda una cuestión netamente bonaerense, estuvo muy lejos de ser una realidad.
En 1987, Antonio Cafiero le ganó a Juan Manuel Casella y aunque la temática de la seguridad fue un detonante a favor del primero, lo cierto es que nunca la campaña se despegó del clima de una situación económica nacional, desmejorada por un Plan Austral que se venía desmoronando.
En 1991 también hubo un nacionalización con la postulación de un por entonces vicepresidente, Eduardo Duhalde, que desembarcaba con una pronunciada baja de la inflación producto de la convertibilidad.
Aparentemente, se mantiene la famosa predicción realizada por Leandro Alem, en los famosos debates por la cesión de la ciudad de Buenos Aires a la Nación para federalizarla y hacerla ciudad Capital. El recordado líder radical y por entonces legislador del Autonomismo, se opuso a esa cesión y ya remarcaba, allá por 1880, que la Provincia iba a quedar condenada a ser una gran área subyugada al poder nacional y a los temas que desde allí se impongan.
Por el lado de coaliciones y partidos que ambicionan la gobernación bonaerense, empieza también a aclararse el panorama competitivo. Las encuestadoras ya salen a medir escenarios y formulan predicciones, que por el momento sólo apasionan a la clase política, a la militancia y al periodismo.
Con un planteo de primarias en Juntos por el Cambio, habría una clara ventaja para Axel Kicillof, quien se postula solo en su espacio (sin PASO), seguido a nivel individual por la ahora candidata libertaria Carolina Píparo. Recién después siguen Diego Santilli y Néstor Grindetti, los dos PROcandidatos acompañados por radicales en sus fórmulas.
La alta exposición en medios de Carolina en días inmediatos a su postulación, le ganó a otros dos grandes mediáticos como Santilli y Grindetti. La primera expresa el discurso de la seguridad desde lo empírico y eso fortalece el vínculo emotivo con televidentes, oyentes y lectores, obteniendo un plus de ventaja sobre adversarios que tienen también las mejores intenciones para solucionar la problemática del delito.
El vínculo emotivo es un parámetro o factor de producción mediática muy exitoso en los últimos tiempos y ha dado resultados en los últimos años.
El otro parámetro, mucho más específico y vinculado con lo electoral, es la potenciación que harán los medios acerca del triunfo “individual” de los candidatos, más allá de los espacios.
El primero en cobrar de esos beneficios de esa forma de configuración mediática, será el propio Axel Kicillof, quien sumará por la vertiente predominante la boleta de Massa, y también, aunque en menor dimensión, de parte de Juan Grabois. El Pibe de Oro de Cristina, aspira con ello a sacar una inmensa luz de ventaja sobre el resto de sus competidores.
Si hoy fuera la votación, Píparo quedaría segunda en términos individuales y eso podría tener como una suerte de imán de atracción con vista a las elecciones generales, como aquella que pueda ser la gran rival del gobierno.
Y Juntos por el Cambio deberá consensuar entre sus precandidatos, una estrategia discursiva para remarcar que fueron el espacio más votado.
Si bien en las elecciones del 2021 la teoría del espacio más votado tuvo acompañamiento mediático, esa consigna viene siendo útil desde hace años. Sino que lo diga María Eugenia Vidal, quien en las PASO del 2015 obtuvo ese status, aunque el kirchhnerismo, con la sumatoria de Aníbal Fernández y Julián Dominnguez hayan superado a Cambiemos por más de 15 puntos.
De uno o de otro modo, la consigna del “más votado o más votada” que ambiciona aplicar Carolina Píparo, competirá con la teoría del “voto útil” anti kirchnerista que propone Juntos por el Cambio, que corre con la ventaja individual de presentar más propaganda y proselitismo en territorio que los libertarios.
De todas manera queda un océano de distancia hasta las fecha de las Primarias y todo puede pasar en medio de mucha apatía de la gente hacia el clima electoral.