El tablero político argentino está en plena reconfiguración, y el PRO atraviesa un momento crucial. La presión creciente de Javier Milei está generando tensiones internas que podrían derivar en una división del espacio opositor. Mientras Mauricio Macri busca mantener la unidad desde Cumelén, su refugio patagónico, varios dirigentes clave están optando por alinearse con el líder de La Libertad Avanza.
El ultimátum de Milei, “o vamos juntos en todo o vamos separados”, ha acelerado las definiciones en el PRO. Dirigentes como Luis Juez, hasta ahora leal al macrismo, confirmaron su decisión de unirse a Milei. "Es hora de ponerse del mismo lado. El que conduce es uno solo y ahora es Javier Milei. Yo me pongo a disposición, sin hacer cálculos y sin pedir nada”, declaró el cordobés en un gesto que marca un quiebre significativo.
Según un reciente informe de la consultora Aresco, si las elecciones fueran hoy, el PRO en solitario apenas alcanzaría entre un 6,4% y 7% de los votos a nivel nacional. En contraste, una alianza Milei-PRO podría liderar la intención de voto con hasta el 51,8%, superando ampliamente al peronismo. Esto refuerza la percepción de que la viabilidad política del PRO depende de un acuerdo con Milei.
A nivel territorial, la situación es compleja. Mientras en el ámbito nacional la unión con La Libertad Avanza parece indispensable, gobernadores como Rogelio Frigerio e Ignacio Torres ya han anunciado que negociarán sus listas de manera independiente. Esto refleja una creciente disconformidad con la conducción centralizada de Macri, acusada de priorizar a la Ciudad de Buenos Aires por encima del resto del país.
El liderazgo de Patricia Bullrich también juega un rol clave en esta crisis. Aunque inicialmente se perfiló como una figura unificadora, la ex ministra ahora parece más cercana a Milei que a Macri. Esto ha provocado malestar entre sectores moderados del PRO, que temen que la radicalización del espacio termine fragmentándolo aún más.
Por otro lado, la presión de Milei también se siente en el AMBA, donde está la base electoral más fuerte del PRO. "Si no acepta un acuerdo y cede en el AMBA, Macri se va a quedar sin nada”, advirtió una fuente cercana a Milei.
La posibilidad de un acuerdo nacional entre el PRO y La Libertad Avanza sigue siendo una pregunta abierta. Mientras Milei insiste en una alianza total, varios dirigentes del PRO prefieren mantener su independencia en las provincias. Sin embargo, los números no mienten: el PRO necesita redefinir su estrategia si quiere evitar una debacle electoral.
La definición de figuras como Luis Juez podría ser el preludio de una ola de realineamientos que transforme el mapa político opositor. Mientras tanto, Macri enfrenta el desafío de mantener la cohesión de un espacio que, cada vez más, parece orientarse hacia Milei. ¿Será este el comienzo del fin del PRO como fuerza independiente?
