Luego de casi seis larguísimos años, la justicia termina dándole la razón al Pata Medina en una causa clave, ratificando su sobreseimiento y poniéndolo nuevamente en carrera por la conducción de la UOCRA La Plata, el gremio que lideró durante dos décadas hasta su detención, aquella noche de septiembre de 2017, cuando en un operativo más parecido a la invasión rusa a Ucrania que a la detención de un dirigente sindical, un comando armado multisectorial integrado por hombres de varias fuerzas de seguridad se lo llevaron de su casa de Villa del Plata, en Punta Lara, como si se tratara del Chapo Guzmán.
Semejante payasada amarilla, fue producto de una clarísima operación político-empresarial y judicial, liderada la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal y el entonces Presidente de la Nación, Mauricio Macri. El armado de la "Trampa CazaPata", fue encargado al ministro de Trabajo provincial, Marcelo Villegas, quien estableció en aquel momento una "mesa de malandras" abocados a juntar o inventar pruebas en contra del referente de los albañiles platenses. Esa edificación delincuencial disfrazada de legalidad por la presencia de varios funcionarios, se conoció luego con el trístemente célebre nombre de la "GestaPro antisindical".
En una reciente declaración, Juan Pablo "Pata" Medina, líder sindical y ex titular de la UOCRA La Plata (Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina), anunció su intención de volver a liderar la seccional platense del sindicato. Esta afirmación surge luego de que la Justicia confirmara su sobreseimiento en un caso que lo involucraba.
La Cámara de Casación ratificó el sobreseimiento de Medina, quien expresó su satisfacción ante esta decisión, al afirmar que finalmente se hizo justicia. Además, volvió a acusar al expresidente Mauricio Macri y a la exgobernadora María Eugenia Vidal, de perseguirlo utilizando mecanismos similares a los empleados durante la última dictadura militar.
Medina declaró que, a pesar del sobreseimiento, no se siente totalmente reparado. Criticó al gobierno amarillo 2015-2019, calificándolo como "diabólico", y señaló que nunca imaginó que en plena democracia se llevaría a cabo una persecución sistemática tanto a sindicalistas como a periodistas y pequeñas y medianas empresas.
En cuanto al proceso judicial que enfrentó, vale recordar que el dirigente sindical fue arrestado en septiembre de 2017 por orden del juez federal de Quilmes, Luis Armella, quien lo procesó por los delitos de asociación ilícita, lavado de dinero y extorsión, además de embargar sus bienes por una suma de 200 millones de pesos.
En octubre pasado, el juez federal Alejandro Esmoris afirmó que las acusaciones contra Medina y otros siete miembros de su familia, fueron producto de una conspiración llevada a cabo por altos funcionarios del gobierno de María Eugenia Vidal y de la Agencia Federal de Inteligencia, durante una reunión en 2017. Allí se discutió la posibilidad de iniciar causas judiciales contra Medina en el ámbito de la construcción.
Al respecto, Medina declaró que esa "mesa diabólica" nunca se borrará de su memoria y que nunca esperó que se llegara a tantas acciones perjudiciales en plena democracia. Además, mencionó que en el expediente federal se encontraban registros de nacimiento y documentos de menores de edad, incluyendo a sus sobrinos, nietos e incluso a su hijo cuando tenía solo seis años.
Con respecto a su relación con el gobierno anterior, Medina admitió que al principio fue buena. Mantuvo una reunión con María Eugenia Vidal y todo transcurrió de manera cordial. Incluso, le presentó un informe sobre obras hidráulicas que, según Medina, fueron paralizadas apenas dos meses después de asumir el cargo. Durante esa reunión, Medina afirmó que existía una buena relación y que Vidal le pidió que la tratara de manera informal, llamándola por su nombre de pila.
Sin embargo, según Medina, esa relación cambió rápidamente cuando tocó intereses de Vidal, como el caso de la usina hidráulica de Ensenada. Según sus declaraciones, esta obra fue rescindida por motivos políticos, ya que se descubrió que el subcontratista era un pariente de Macri. Según Medina, el contrato original pasó de 2 mil millones a 8 mil millones de pesos, lo que llamó poderosamente su atención por el incremento de costos.
Respecto a su futuro en la UOCRA, Medina afirmó que su intención es regresar a la conducción del sindicato en La Plata. Desea que su trayectoria gremial y sindical no quede marcada por la salida provocada por un gobierno, sino que pueda retirarse por la puerta grande después de un período en el cargo, ya sea de medio mes o dos meses.
Con su sobreseimiento confirmado y su interés en volver a liderar el sindicato, Juan Pablo "Pata" Medina busca dejar atrás las acusaciones y retomar su actividad sindical, apostando a dejar una huella positiva en la historia de la UOCRA.